Con más de 130.000 km² Grecia concentra un gran número de tesoros. Está localizada entre Albania, Macedonia, Bulgaria y Turquía y con límites al Mar Egeo. El continente tiene un archipiélago de más de 9.000 islas e islotes, estando habitadas sólo 200. Pero Grecia también tiene su encanto montañoso, en total un 70% de su territorio, que culmina con su Monte Olimpo de casi 3.000 metros. Otro de sus lugares mágicos son los Monasterios de Meteora conocidos por estar "suspendidos en el cielo". Estos edificios religiosos están situados en lo alto de macizos rocosos. La belleza de la región ha permitido clasificar la zona como Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1988.
Su capital, Atenas, concentra un amplio porcentaje de la historia griega. Sitios como la Acrópolis está considerado el lugar más importante de todo el país al tratarse de una de las localizaciones de culto de la Antigua Grecia. También hay que visitar el Partenón, ya que es posiblemente uno de los edificios más impresionantes y fotografiados. Y el triángulo que cierra los tres monumentos más importantes es el Ágora, donde antiguamente se desarrollaba la vida social, política y comercial de la ciudad. Si vas a pasar varios días, otros puntos a visitar son el Estadio Panatenaico, primer lugar donde se celebraron los Juegos Olímpicos, El Templo de Zeus o sus numerosos teatros, al igual que la Biblioteca de Adriano.
Si existe la posibilidad de salir de los grandes circuitos turísticos hay que aprovechar para visitar los lugares más recónditos de Grecia. Si se dispone de la ocasión, es interesante pasarse por el hotel" Filoxenia ", donde se puede encontrar la hospitalidad típica que tiende a desaparecer en los lugares más superpoblados. Los griegos son personas acogedoras y generosas, merece la pena conocerlos e intentar hablar algunas palabras en griego con ellos.
A la hora de la comida hay que tener en cuenta los entrantes, ya que son servidos en muchos platos y de bastante cantidad cada uno, por lo que es mejor pedirle al chef que prepare una bandeja variada con el fin de poder probar varias comidas. Sin duda de sus alimentos más conocidos existen tres entre los que los comensales se debaten: los amantes del tarama (que no tiene nada que ver con el que se sirve en otros países), los fans del tzatziki (con una buena dosis de ajo) o los partidarios del humus (ligero y suave). También hay que decantarse por probar la famosa ensalada griega, que se compone principalmente de tomate, lechuga, pepino, cebolla roja, queso (féta) y aceitunas de Kalamata aromatizadas al aceite de oliva. No hay que olvidarse de degustar estos platos con pan de ajo. Eso sí, tanta especia afectará a tu aliento.
Es importante resaltar que la cocina griega se suele presentar como dietética y sana, justo como es. Esto se debe a que utilizan poca mantequilla, al igual que no suelen darle mucho uso a los productos lácteos o a aquellos que contienen grasas. La base de la comida griega es el aceite de oliva, como en todas las culturas mediterráneas, considerada como la más sana por los nutricionistas.
La religión ortodoxa es la más popular y está muy presente en el día a día en una parte de la población griega. Es importante fijarse en ir correctamente tapado cuando se visite un espacio de carácter religioso. Para los ortodoxos, las Pascuas son la fiesta más importante del año. Es un momento de preparativos, de festividades diversas y de banquetes. Al ser una celebración muy seguida todas las tiendas y los museos cierran.
Además de las Pascuas, otra fiesta importante en Grecia es la del carnaval llamada Apokries que significa "abstinencia de carne", aunque durante la segunda semana del festejo se permite comer este alimento. Su tradición viene de la época de la Antigua Grecia y se celebraba para conmemorar y dar culto al vino y las fiestas.
Es difícil pasar por al lado de la cocina griega y no sentirse tentado de probar todos sus sabores. Y con razón, ya que la dieta mediterránea fue declarada en 2010 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Aunque se encuentran restaurante griegos por todo el mundo, sin duda los mejores se localizan en el propio país: los más auténticos y los más sabrosos.
La dominación turca ha dado a la cocina del país un importante toque oriental que se puede saborear en cada una de las diferentes etapas de la comida. De esta manera, se empieza por los típicos y abundantes entrantes griegos de diferentes tipos. El pescado no es muy consumido, excepto en las islas, que es más típico encontrarlo en diferentes platos tradicionales: crustáceos, moluscos y cefalópodos.
Entre los platos tradicionales se encuentran aquellos más europeos como la musaka (gratinado de ternera y berenjena), tomates, pimientos o hojas de vid rellenas. Referente a la carne, los griegos comen mucho cordero y aves de corral. La ternera se encuentra sobre todo en forma de su tradicional plato souvlaki (una gran brocheta) que se puede comprar en muchos sitios y a un precio no excesivamente alto. Es difícil pasar cerca de ellas y no comprarse una porque son muy suculentas, sobre todo en el momento en el que están recién hechas en una barbacoa de fuego de leña.
Grecia no es precisamente el paraíso de las compras. No obstante, también es cierto que a la hora de encontrar algún suvenir o recuerdo típico que llevarnos a casa suele ser bastante fácil. Las botellas de aceite de oliva suele ser uno de los objetos más demandados por los turistas extranjeros. Del mismo modo, el ouzo, el licor típico por excelencia, y el raki, fabricado a partir del poso de la uva, se revelan como un excelente recuerdo para todo buen amante de los licores fuertes. Eso sí, prestad atención al envase y a la cantidad que llevaréis en la maleta para evitar que os lo puedan confiscar en el aeropuerto. El queso feta es del mismo modo uno de los productos más representativos y fáciles de transportar que encontraremos. Del mismo modo, los amantes de la joyería podrán encontraran en las joyerías y tiendas de museos todo tipo de réplicas antiguas. Las cerámicas y los bolsos tejidos a mano serían otra buena idea a tener en cuenta. En las Cicladas, encontraremos esponjas naturales, todo un clásico, así como cerámicas y vestidos tradicionales. Del mismo modo, los artículos de joyería también están presentes en las islas, muchos de ellos creados a partir de conchas y corales. Si buscáis algún recuerdo algo más espiritual, siempre podéis apostar por compraros un ?komboloï?, nombre que reciben las típicas boinas ortodoxas. Por último, cabe señalar que los horarios de las tiendas en este país son un tanto difíciles de entender. Los lunes, miércoles y sábados, el periodo de apertura es de 9.00 a 15.00, mientras que los jueves y viernes es de 9.00 a 14.00, y por la tarde, de 17.00 a 20.00.