Grecia es una gran península de tierra bañada por el Mediterráneo donde todo se mezcla. El gigantesco patrimonio cultural se suma a sus increibles calas, con la vida tipica de los pueblos, las galerías de museos, el frenesí metropolitano y las piedras milenarias. Hay que viajar a esta tierra amada por los dioses, donde los extremos se tocan, al menos una vez en la vida. La Acrópolis, esa maravilla milenaria, el tesoro de Atenas, domina la imponente capital. El emocionante regreso al origen está a tan sólo unas horas de España; no hay excusa para dejarlo escapar.
Grecia no es lo que se dice el paraíso de los amantes del ir de compras. De todas formas, conviene comprar aceite de oliva, uzo, y dejarse tentar por la fabricación de joyas antiguas de las tiendas de los museos y joyerías, por las vasijas y las cerámicas, o incluso por los bolsos tejidos a mano.
Los horarios de la tiendas son bastante complicados, ya que varían en función del día de la semana: los lunes, miércoles y sábados, de 09:00 a 15:00, y los jueves y viernes, 09:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00.
Durante mucho tiempo, Grecia estuvo bajo el dominio de Turquía, de manera que no es extraño encontrar ciertas influencias orientales en la cocina griega. La comida empieza con los mezedes, y con una gran variedad de entrantes como la tarama o el tzatzíki, una salsa de yogur y pepinos, que también se sirve como aperitivos. El plato fuerte a menudo se acompaña con una ensalada y se compone de carne y verduras. Aprovecha que estás en las islas para comer pescado a un precio mucho mejor que en el continente. Como platos tradicionales, encontramos la ya internacional mussaka, las berenjenas gratinadas con carne de ternera, los tomates, pimientos morrones u hojas de vid rellenas. El rey de los entrantes es la ensalada griega, elaborada con tomates, feta, pepinos y aceitunas. Como comida rápida y económica está el suvlaki, una brocheta de carne, o el pan de pita relleno. En general, no preparan postres en las tabernas, que son unos establecimientos un poco más sencillos y rústicos que los restaurantes clásicos. La bebida nacional es el uzo, que se fabrica a base de anís.
Los griegos tienen por costumbre echarse una siesta o hacer una pausa entre las 15:00 y las 17:00, antes de retomar su actividad hasta las 20:00. Suelen cenar sobre las 22:00. La religión y la política ocupan un lugar muy importante en la vida de los griegos.
Los hoteles turísticos de las costas del Peloponeso están pensados para que no te pases el día tumbado en la playa. Se sitúan cerca de lugares tan atractivos como Epidauro, Olimpia, Micenas y Corinto. A la hora de visitar monumentos, será mejor ir provisto de un buen calzado.
Durante el verano, es obligatorio asistir a los festivales que tienen lugar al aire libre en los grandes teatros antiguos, donde se interpretan tragedias (griegas, ¡cómo no!) en Epidauro y danza, música y representaciones sobre el escenario del teatro de Herodes Ático, al pie de la Acrópolis de Atenas. ¡Monumental!.