Norteamérica

Norteamérica es un continente dividido en sólo tres países: Canadá, Estados-Unidos y México. La elección del destino parece limitada pero estos estados gigantescos poseen una multitud de riquezas turísticas. Del norte al sur del continente, el clima cambia de forma considerable entre el Gran Norte de Canadá y el sol mexicano. Los puntos de interés que justifican un viaje a Norteamérica pueden ser muy variados, pasando de las interminables megalópolis, a las praderas a interminables, las montañas, los desiertos y las playas de arena blanca.

Esta diversidad de paisajes se puede encontrar tan sólo en suelo estadounidense. Para el turista extranjero que opte por esta destinación, comenzar un viaje por el continente americano puede parecer una excursión por su pantalla de televisión. Sobre todo en lo que se refiere a las ciudades americanas. Nueva York, Los Angeles, Miami, se han visto tantas veces estas metrópolis en la televisión que el mundo entero piensa conocer estos lugares sin haber ido jamás a visitarlos. Sin embargo, el ambiente que reina entre los rascacielos de Manhattan o en los tranvías de San Francisco no se puede descubrir a distancia. Lo mismo se puede decir de la inimitable "ciudad del pecado" Las Vegas, donde se encuentran los casinos y los cabarets. Y para los turistas que prefieran el francés al inglés, también existen ciudades desmesuradas a visitar como Montreal, ciudad principal de Quebec, está construida sobre el San-Lorenzo, río que fue clave para la colonización de Canadá cuando fue descubierto.

Lejos del asfalto y las bocinas, los Estados-Unidos no se quedan cortos en materia de naturaleza. Como prueba tenemos el desierto Valle de los Monumentos y el vertiginoso Gran Cañón al sur del país. Los viajes a Norteamérica también invitan a recorrer las Grandes Llanuras del continente que se extienden desde la Bahía de Hudson hasta Luisiana, siguiendo el Río Misisipi. Los lagos también tienen su importancia, tanto en las Montañas Rocosas como en la región de los Grandes Lagos, en la frontera americano-canadiense. Finalmente, en el Parque nacional Yellowstone, se puede ver agua bajo la forma de géisers en una zona marcada por una intensa actividad geotérmica.

En Canadá, las atracciones turísticas se parecen a las que existen en Estados Unidos. Además de Montreal, Toronto y Vancouver son las grandes megalópolis del país donde se concentra gran parte de la oferta cultural nacional. Las Grandes Llanuras también recorren el territorio canadiense, atravesando tres provincias de la ALSAMA: Alberta, Saskatchewan y Manitoba. Las Montañas Rocosas atraviesan también la frontera, cubriendo gran parte de la Columbia Británica, lo que agrada mucho a los excursionistas, los esquiadores y a los demás amantes de la montaña. Pero la gran mayoría del país descubierto por Jacques Cartier está invadido por un inmenso bosque de coníferas, que contiene numerosos fiordos que se pueden observar durante el veranillo.

En Norteamérica, tomar el sol e ir a la playa también pueden formar parte del programa de viaje, gracias a las playas del archipiélago americano de Hawái o de México. Los playeros del mundo que han oído hablar de la estación balnearia de Cancún aprecian particularmente la península de Yucatán. Sin olvidarse de Veracruz, situada un poco más al norte en el litoral oriental del país. Por otro lado, entre dos siestas bajo una palmera, los visitantes podrán impregnarse del rico pasado mexicano, dictado por las civilizaciones aztecas y mayas. Entre los vestigios de esas épocas, la pirámide Chichén Itzá atraerá, sin duda alguna, a muchos turistas.

Finalmente, un viaje a América del Norte es un viaje a lo que se sigue llamando el Nuevo-Mundo, una inmersión en el famoso sueño estadounidense, en el que cada uno puede encontrar lo que le conviene.

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