El complejo tiene 214 habitaciones, 161 apartamentos y varios chalets. Las magníficas e impecables habitaciones del hotel son auténticos remansos de paz, con una decoración moderna marcada por numerosos toques árabes. Los balcones exteriores, bien acondicionados, tienen taburetes bajo las arcadas. Los dos tipos de habitaciones estándar, de 45 m² de superficie (Deluxe y premium - con un vestidor más), invitan al descanso, así como las diferentes suites. Las vistas al mar y a la mezquita (en la mayoría de los casos) son muy agradables. El alto nivel de confort es evidente: grandes cristaleras, luminosidad, cama kingsize muy cómoda, aire acondicionado individual discreto, caja fuerte gratuita, reproductor de DVD, escritorio, espejo, sillones, minibar bien surtido con kit de té y café (más diferentes vasos), pantalla de plasma (numerosas cadenas), teléfono directo, conexión a Internet (cable y wireless gratuito), etc. Encontrarás el mismo mobiliario con encaje de madera en los alojamientos de tonos suaves, marrón y crema. El amplio espacio privado está bien acondicionado, también con arcadas interiores que adornan el lugar. Los magníficos cuartos de baño están decorados con mosaico crema en suelo y paredes, decorado con relieves de piedra. Tienen bañera, ducha separada, secador, albornoces y zapatillas, báscula moderna, espejo iluminado, un pequeño neceser (con un par de tijeras, etc.), un buen surtido de productos de tocador l'Occitane, sales de baño, lejía, una pastilla de jabón, etc. El WC está separado del cuarto de baño. El servicio de habitaciones funciona las 24 horas.

Este magnífico y gran hotel, abierto en agosto de 2007, se ha construido como si de un palacio se tratase. Está adornado por una vegetación omnipresente. Los caminitos están salpicados de palmeras y plantas grasas. Insólito y muy práctico: un canal artificial de 700 metros de largo permite a los huéspedes pasear por una gran parte del complejo (como el zoco y el spa) gracias a los tres abras presentes (embarcaciones tradicionales). Nada más entrar, te impresionará la recepción y su techo dorado y bien moldeado. Al lado encontrarás un cómodo y enorme lobby bar. Grandes ventanas que dan a un enorme balcón adquieren forma de arcada árabe. Sin lugar a dudas los amantes apreciarán el magnifico y oscuro cigar lounge, decorado con una bodega de vinos. Por la noche es imposible evitar el famosísimo "al hanha" (el bar en árabe), su barra de mármol negro y su lluvia de cristal sobre barmans que preparan cócteles. Un nivel más abajo se descubre un suntuoso espacio muy tranquilo, con la piscina de desbordamiento rectilínea, frente a la mezquita a lo lejos. A ambos lados se alinean tumbonas de rafia con colchón, delante de los kioscos simétricos. Además, encontrarás otras dos piscinas (accesibles a todos) en medio de las viviendas en las que se ubican diferentes apartamentos. Los 6 chalets del complejo disponen de piscina privada. El magnífico spa crema y marrón pone a disposición 10 bonitas y amplias cabinas, una de ellas para las parejas. La luz es tamizada. Los puntos fuertes del spa son el masaje con piedras calientes y el chi balance. Se garantiza la máxima intimidad. Del techo del magnífico hammam verde cuelgan pequeñas lámparas. En la primera planta del spa, descubrimos el moderno gimnasio con una decena de televisiones y cristaleras a ambos lados. Una parte se dedica a las mujeres y otra a los hombres. También aquí encontraremos una piscina rectangular al aire libre. Este universo tranquilo, ocre y carmín, se reserva a las mujeres los miércoles por la mañana. El snack de la esquina sirve principalmente platos dietéticos. Los huéspedes pasan a la segunda planta para asistir a los diversos cursos (por ejemplo de yoga).

Los comensales pueden elegir entre 5 restaurantes. El restaurante principal "So far" propone extraordinarios buffets de 7:00 a 11:30 h, de 12:00 a 15:00 h y de 18:00 a 23:00. El menú está compuesto por sushi, numerosas verrinas (tapas servidas en vasos), diferentes ensaladas sobre hielo, etc. El resto del tiempo se puede comer a la carta. El amplio espacio crema se descubre a la elegante altura del jardín, decorado con arcadas y grandes cristaleras. Tras la escalera monumental que conduce al vestíbulo, las papilas se impacientan al ver los numerosos manjares, a cada cual más apetitoso. Observa sobre todo la puesta en escena de los numerosos postres (brochetas de golosinas, fuentes de chocolate, etc.). Al lado, el íntimo restaurante chino se descubre en una sala rectangular decorada con lámparas chinas, biombos de madera y seda. También puedes decantarte por el apreciado restaurante vietnamita (premiado por la calidad de sus platos). Retirado del edificio principal, el restaurante de diseño "Pearl and Caviar" sirve numerosos pescados locales, pero también algunos platos europeos. Limón y aceite de oliva no faltan en el menú. Tan bonito de día como de noche con sus colores oscuros y su universo moderno, el restaurante se viste de negro, gris, blanco y azul. Las perlas aportan un bonito toque de fantasía. La carta del chef italiano está llena de promesas cumplidas. Existe un menú específico para los amantes del caviar (procedente de Irán). Están presentes los tres tipos, acompañados de los mismos cinco ingredientes (huevitos, cebolla cortada, alcaparras frescas, crema para untar sobre blinis y perejil). La oreja de mar (de Bretaña) propuesta a la carta es una delicia, así como el cangrejo crujiente. Los amantes de la carne no dejarán escapar el "filete Wagyu y su foie gras". La carta de vinos es muy generosa, con una gran selección en materia de botellas francesas, italianas, españolas, libanesas, alemanas, chilenas, etc. Tampoco faltan los champanes blancos y rosados. Al lado de la recepción, el refinado y distinguido "Bor d'eau", con capacidad para 48 personas como máximo, rinde homenaje a Francia.

A orillas del hotel, las dos agradables playas de la estructura se extienden en un kilómetro. Dan a la magnífica mezquita de la capital que se ve a lo lejos. La arena blanca y fina se limpia todos los días. El agua es cristalina. Ni olas ni corrientes alteran la quietud de este lugar espacioso y vigilado. Tumbonas de plástico con colchones esperan a los huéspedes del hotel. El servicio está asegurado allí mismo. Todos los equipamientos son totalmente nuevos. No hay club náutico.

El gran spa es una maravilla y el canal artificial inesperado.