Gonzalo González Beneytez
Jefe de sección
El Alisios goza de una situación privilegiada a dos pasos de la playa, lo que permite prácticamente olvidar que no dispone de piscina exterior. Con respecto a su equipamiento, está indicado más a las parejas que a aquellos que viajen en familia.
Alisios - © EASYVOYAGE
Alisios - © EASYVOYAGE
El Alisios está ubicado a 10 minutos del centro de la localidad de Albufeira y a 30 km del aeropuerto internacional de Faro.
Las habitaciones, principalmente pequeñas, están decoradas de forma muy sencilla. Por el contrario, están bien conservadas y disponen de vistas al mar o a las pistas de tenis. Están equipadas con aire acondicionado individual, caja de seguridad (de pago), teléfono de marcación directa internacional, minibar que se repone bajo solicitud, televisión por satélite, balcón con 2 sillas de plástico y cuarto de baño con paredes de azulejos blancos y azules, bañera y secador de pelo. Cesta de fruta.
Abierto desde 1990, el Alisios fue parcialmente renovado en 2005. Te recibirá la propietaria, muy simpática y a quien le gusta contar que la mayoría de los objetos que decoran el hotel son regalos de los clientes habituales. El establecimiento está bien mantenido, aunque ligeramente anticuado. Cuenta con 112 habitaciones (con capacidad para acomodar a 250 personas), a las que se accede mediante dos ascensores. En el interior cuenta con una larga piscina de agua salada de 15 metros y climatizada a una temperatura de 30°C. En el exterior, posee una amplia terraza frente al mar con numerosas tumbonas y un bar, aunque sin piscina.
El restaurante ofrece desayunos en forma de buffet y cenas con menú a la carta. En verano, cabe la posibilidad de poder comer en la terraza. Una vez a la semana se organiza un buffet de gastronomía portuguesa o una barbacoa. En verano, el bar exterior ofrece refrescos y aperitivos a la hora del almuerzo.
En invierno, abre sus puertas el bar interior, el Hibiscus.
El acceso a las bellas playas de Albufeira se realiza directamente desde la terraza del hotel bajando unas pequeñas escaleras. Está en un entorno muy agradable y sus arenas suelen limpiarse a menudo. Existe la posibilidad de alquilar sombrillas y tumbonas.
El establecimiento permanece abierto durante todo el año.
Los alemanes representan el 70 % de la clientela.
El hotel cuenta con las garantías ISO 9001 (calidad), ISO 14001 (medio ambiente) y HACCP (seguridad alimentaria).
salón de belleza
El Club Med del Algarve es el único club de la región digno de llamarse así. Un club se entiende como un establecimiento dotado de un verdadero programa de actividades cotidianas. Este complejo suntuoso, situado sobre un acantilado, acoge a familias completas si bien no ofrece ninguna actividad específica para los niños.
Se encuentra situado en un acantilado frente al Atlántico y está rodeado por un gran parque frondoso y un campo de golf de nueve hoyos. El Sheraton Pine Cliffs está diseñado para los amantes del aire libre. Otros puntos positivos son el servicio amable y eficaz, y la restauración, variada y de calidad.
El Montechoro, situado en un barrio muy frecuentado por turistas, se adecua perfectamente a los amantes de las salidas nocturnas, ya que pueden disfrutar del ambiente desde cerca. El trato es muy agradable y el ambiente distendido.
El Vila Galé Praia es ideal para unas vacaciones en pareja. Su nueva decoración de estilo moderno seducirá a los amantes del ambiente zen. Sin embargo, no es recomendable para aquéllos que busquen algo típicamente portugués.
Un establecimiento que se adecua a las familias en particular, gracias a las instalaciones especiales para los niños. En cambio, la distancia entre la playa y el hotel resulta un inconveniente.
Un hotel sencillo pero confortable, recomendable por su ubicación entre la playa, la zona de ambiente y un campo de golf, ideal para familias y grupos de amigos.
Se encuentra situado en un acantilado frente al Atlántico y está rodeado por un gran parque frondoso y un campo de golf de nueve hoyos. El Sheraton Pine Cliffs está diseñado para los amantes del aire libre. Otros puntos positivos son el servicio amable y eficaz, y la restauración, variada y de calidad.
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El Vila Galé Praia es ideal para unas vacaciones en pareja. Su nueva decoración de estilo moderno seducirá a los amantes del ambiente zen. Sin embargo, no es recomendable para aquéllos que busquen algo típicamente portugués.
Un establecimiento que se adecua a las familias en particular, gracias a las instalaciones especiales para los niños. En cambio, la distancia entre la playa y el hotel resulta un inconveniente.