Las 121 habitaciones (así como sus 20 suites) dan a la laguna y al Atlántico, y otras 33 al campo de golf. Son espaciosas, están decoradas a base de tonos claros y ofrecen un equipamiento completo: climatización central, minibar surtido, dos teléfonos (con acceso directo a los diferentes servicios del hotel), despertador, televisión por satélite (22 canales, entre ellos uno de cine), una caja de seguridad electrónica. A destacar: los pequeños detalles e instalaciones de los grandes hoteles: zapatillas de casa, paraguas, chocolate, botella de agua, regalo de oporto presentado en una jarra, flores, un gran armario con iluminado automático al abrir las puertas, regulador de luz, numerosos productos de baño de marca y un espejo de aumento en el baño. Éste último cuenta con azulejos en las paredes, una bañera, dos lavabos, secador de pelo y albornoces. Las habitaciones disponen asimismo de una gran terraza con una mesa y sillas acolchadas.

El hotel Quinta do Lago, de enorme estructura, está construido sobre un inmenso terreno frente a la reserva natural de Ria Formosa, una laguna en la que habitan numerosas especies de pájaros, y al Atlántico. El marco resulta, por tanto, de lo más apacible y se disfruta de una tranquilidad absoluta (las vistas desde la terraza de la piscina son magníficas). El extenso parque está cuidadosamente acondicionado, con pinos marítimos y un alegre jardín japonés en el que habitan numerosas ranas. El vestíbulo del hotel es luminoso y elegante, aunque los comedores de los restaurantes no lo son tanto.

El restaurante principal, el Brisa do Mar, ofrece para el almuerzo una cocina portuguesa, regional o internacional bastante elaborada. El servicio está muy cuidado y la cubertería es de plata. La terraza resulta particularmente agradable, con vistas a la laguna y al Atlántico algo más abajo; el asador está abierto al exterior. El restaurante Ca' d'Oro es recomendable para cenar, con sus especialidades venecianas e italianas (músicos amenizan el ambiente de mesa en mesa). La comida la elabora un joven chef italiano, que comenzó su carrera en el hotel Royal Monceau de París. Cuenta asimismo con un acogedor bar estilo club inglés (música en directo todas las noches) y un chiringuito en la piscina, abierto solamente durante el verano y que sirve tentempiés.

La playa de Quinta do Lago se encuentra a unos 15 min a pie siguiendo un agradable trayecto que atraviesa la laguna por medio de un puente de madera. A un lado de este puente se encuentra el restaurante Gigi, muy apreciado por la alta sociedad (especialidades de pescado asado. Abierto sólo a mediodía). Una parte de la playa, reservada al Quinta do Lago, está acondicionada con tumbonas y sombrillas de manera gratuita. Dispone asimismo de una pequeña base náutica. El lugar resulta confortable y está vigilado de abril a septiembre.

El hotel es propiedad de "Orient-Express Hotels" y pertenece a la cadena voluntaria de los "Leading Hotels of the World". En sus proximidades podemos encontrar hasta 10 campos de golf, en tres de los cuales se celebran campeonatos: Pinheiros Altos, Ria Formosa y Quinta do Lago. El Quinta do Lago dispone de habitaciones para no fumadores. Es recomendable reservar una habitación en el último piso para disfrutar de las vistas.