¡Menuda sorpresa al entrar en las habitaciones!, se podría pensar que la decoración sigue la misma tónica que el resto del hotel, un poco kitsch, aunque resulta bastante agradable, al menos mucho más que la del vestíbulo. La decoración es la misma en todas las habitaciones, solamente cambia la disposición de las camas (1, 2 o 3 camas). En tonos rojos (moqueta, cortinas, colchas) y blancos, la habitación es bastante acogedora, el mobiliario pretende ser clásico, pero sin cursilerías y la pared está adornada con algunos cuadros. Las habitaciones, espaciosas y limpias, están equipadas con televisión, teléfono, caja fuerte, minibar, climatización, Internet, productos de tocador y secador de pelo. El cuarto de baño, de talla correcta, dispone de una bañera.