


El Cham Palace es un hotel, sin grandes pretensiones, que puede ser agradable para pasar un par de noches. En verano, podrás disfrutar de la piscina y del inmenso solárium. Pero cuidado, su ubicación periférica puede acabar siendo una pega.
- Cultura
El Cham Palace es un hotel, sin grandes pretensiones, que puede ser agradable para pasar un par de noches. En verano, podrás disfrutar de la piscina y del inmenso solárium. Pero cuidado, su ubicación periférica puede acabar siendo una pega.
El Cham Palace está ubicado en las alturas de la ciudad, en el barrio Shmeisani, a 10 minutos a pie del centro. El aeropuerto está a veinticinco minutos en coche. El Cham Palace tiene una ubicación algo periférica con respecto a los otros hoteles y a la rotonda (circle), según la orientación de la ciudad.
Qué decir de las 141 habitaciones... pues que están bien cuidadas, pero que la decoración está muy anticuada. En el suelo hay una moqueta roja/rosa que podría datar de los años 70. Es una pena que los directores del hotel no se hayan dado cuenta todavía de que ¡la moqueta es hortera! Las colchas y las cortinas son de tonos beige. Todas las habitaciones ofrecen la posibilidad de recibir invitados, disponen de un saloncito con un sofá que se puede transformar en cama. Hay 18 habitaciones comunicantes. También hay que saber que las habitaciones disponen de un balcón, excepto las que se sitúan en la esquina del edificio. En cuanto al equipamiento hay todo lo necesario: teléfono, televisión, climatización, minibar, secador de pelo, báscula, caja fuerte, Internet y tabla de planchar. Los cuartos de baño están equipados con una bañera.
Construido en 2003, este edificio de 141 habitaciones es un hotel de ciudad con confort moderno. Nada más entrar en el vestíbulo te sentirás "deslumbrado" por la brillante decoración: lámpara de araña de cristal, mueble de madera nacarada, brillante embaldosado beige. Es sencillo, el vestíbulo está ahí para impresionar. El hotel no dispone de demasiadas infraestructuras, pero sí de una gran piscina y una terraza que abren en verano. Al lado de la piscina hay un bar que también abre durante la estación estival. Dispone de 3 salas de conferencias que pueden acoger a 200 personas para celebrar reuniones de trabajo u otros acontecimientos.
Por la mañana podrás tomar el desayuno en el Café Hediard. Cerca de él se encuentra el bar con embaldosado blanco y negro. El restaurante Bacchus funciona en modalidad de buffet para el desayuno, la comida y la cena, pero también "a la carta" para la comida y la cena. La decoración es bastante estándar pero al menos no choca ni brilla tanto como la del vestíbulo.
Durante nuestra visita en noviembre de 2008, el restaurante estaba en obras de ampliación. Se terminó en diciembre de 2008.
salón de belleza
tenis, baile, deportes
Lo único que tiene de palacio El hotel Al Fanar Palace es su nombre. Este reciente hotel no ha sabido destacarse por una decoración moderna y acogedora. La tónica se puede ver ya en el vestíbulo con un aspecto muy kitsch. Aunque la decoración de las habitaciones sorprende de manera agradable.
El hotel Grand Hyatt, bien situado, con un confort moderno y un servicio de calidad, es una dirección recomendada en la capital jordana. Su cocina refinada es una delicia. Es ideal para quedarse unos días en Amman.
El hotel Belle Vue, no tiene encanto ni pretensiones, pero no está desprovisto de ventajas. Se encuentra en el centro, lo que permite pasear por la ciudad sin muchas dificultades. Para ser justos, el hotel Belle Vue dispone de todo el confort moderno, pero se tiene la impresión de haber viajado al pasado, a los años 80. ¡Aviso a los amantes de la década de los 80!
El hotel Larsa constituye una parada agradable para una o dos noches. Si no se buscan grandes estructuras ni cadenas hoteleras internacionales, este hotel es una buena alternativa. No obstante, está bastante lejos del centro de la ciudad.
Se recomienda si uno desea evitar la zona en la que se concentran todos los hoteles y estar a la vez cerca del aeropuerto. Este hotel sin pretensiones puede ser agradable para una o dos noches. La acogedora comodidad de las habitaciones es de apreciar.
El hotel Marriott, perteneciente a una cadena hotelera internacional, no es una excepción y ofrece el confort más moderno con una decoración estándar. En sus habitaciones, recientemente reformadas, encontrarás un ambiente acogedor. El único pero se lo ponemos al spa y a las salas de masaje, que carecen de ambiente y de confort.
El hotel Grand Hyatt, bien situado, con un confort moderno y un servicio de calidad, es una dirección recomendada en la capital jordana. Su cocina refinada es una delicia. Es ideal para quedarse unos días en Amman.
El Méridien Amman, sin mucho encanto pero conforme a los estándares de la cadena hotelera, ofrece un servicio de calidad y el confort esperado. El edificio, bastante imponente, puede parecer frío en un primer momento, pero las habitaciones son agradables.
El hotel Marriott, perteneciente a una cadena hotelera internacional, no es una excepción y ofrece el confort más moderno con una decoración estándar. En sus habitaciones, recientemente reformadas, encontrarás un ambiente acogedor. El único pero se lo ponemos al spa y a las salas de masaje, que carecen de ambiente y de confort.
Se recomienda si uno desea evitar la zona en la que se concentran todos los hoteles y estar a la vez cerca del aeropuerto. Este hotel sin pretensiones puede ser agradable para una o dos noches. La acogedora comodidad de las habitaciones es de apreciar.
El hotel Belle Vue, no tiene encanto ni pretensiones, pero no está desprovisto de ventajas. Se encuentra en el centro, lo que permite pasear por la ciudad sin muchas dificultades. Para ser justos, el hotel Belle Vue dispone de todo el confort moderno, pero se tiene la impresión de haber viajado al pasado, a los años 80. ¡Aviso a los amantes de la década de los 80!
Lo único que tiene de palacio El hotel Al Fanar Palace es su nombre. Este reciente hotel no ha sabido destacarse por una decoración moderna y acogedora. La tónica se puede ver ya en el vestíbulo con un aspecto muy kitsch. Aunque la decoración de las habitaciones sorprende de manera agradable.
El hotel Larsa constituye una parada agradable para una o dos noches. Si no se buscan grandes estructuras ni cadenas hoteleras internacionales, este hotel es una buena alternativa. No obstante, está bastante lejos del centro de la ciudad.