Como la mayoría de los hoteles de la marca americana, el Ámsterdam Marriot propone una extensa gama de servicios y facilidades que no estilan encontrarse en los hoteles urbanos. Empezando por el health club que puede abrirse las 24 horas. Con sus teles, sus máquinas de última generación y sus salas amplias el gimnasio seducirá a los adeptos del deporte. Además de una tienda con periódicos del mundo, bebidas y souvenirs, en la planta baja también encontrarás un business center, con 5 ordenadores y dos teléfonos públicos, ubicado frente a un jardín. El edificio de 11 plantas de cemento carece de encanto por fuera. En cambio la recepción con sus grandes sillones verdes y rojos, su chimenea con mosaicos que representan la ciudad, sus muebles imperio, sus cuadros con paisajes holandeses tiene un estilo más afirmado.