


Con su capilla-sala de conferencias del siglo 15 y sus variadas habitaciones, impregnadas del ambiente del Ámsterdam tradicional, en especial las Deluxe, el Barbizon Palace seduce. Además combina historia y modernidad en sus infraestructuras.
Con su capilla-sala de conferencias del siglo 15 y sus variadas habitaciones, impregnadas del ambiente del Ámsterdam tradicional, en especial las Deluxe, el Barbizon Palace seduce. Además combina historia y modernidad en sus infraestructuras.
Situado frente a la estación central de la ciudad, el NH Barbizón Palace se localiza a 18 kilómetros del aeropuerto o sea un poco más de 20 minutos en coche.
Uno de los aspectos interesantes del hotel lo brinda la arquitectura. La variedad de las habitaciones seduce. Las estándar lucen fotos del pueblito de Barbizón a las afueras de la capital francesa, papel amarillo en las paredes, un escritorio grande de madera. Algunas de las Deluxe recuerdan antiguas casas de Ámsterdam por su arquitectura sobre dos pisos, su vista al canal y sus vigas de madera. En cambio, se escogió para las suites una decoración moderna, con colores sobrios y formas puras. En cuanto a las junior suites se reparten en varias plantas: debajo de las vigas se encuentra la cama, a los dos lados en pisos inferiores dos pequeños livings, un escritorio y un rincón para mirar la televisión. Tienen servicio de fax directo, wifi y cable. Solo lamentamos, que excepto en las suites, los baños sean un poco anticuados con una rejilla de lux en el techo.
El edificio agrupa 17 casas antiguas y un monumento más nuevo que se construyó en 1988 antes de inaugurarse el hotel. En los pasillos aun se notan las marcas de la unión entre las distintas casas del siglo 18. Quizás lo más sorprendente del hotel sea la capilla St Olof (de 1440!), abandonada que NH le compró a la ciudad y convirtió en una sala de conferencias fuera de lo común. La famosa capilla después de haber sido un lugar de culto importante, acogió refugiados durante la primera guerra mundial, un mercado de quesos? Pero más allá del aspecto histórico, el hotel propone comodidades modernas. Entre ellas un health club con sauna y baño turco, un gimnasio (de pago), una recepción de mármol blanca y negra y varios restaurantes.
El restaurante Vermeer, que en el 2007 tenía una estrella Michelin, propone alta cocina fusión franco-holandesa. Decorado en un estilo siglo 15, el Vermeer actualiza su carta cada tres meses. En el Hudson ubicado en la planta baja, junto a la recepción, se sirven sándwiches (9? aproximadamente), sopas y platos principales (25?). Se llama restaurante terraza ya que se puede abrir o cerrar.
El Barbizón Palace fue una antigua fábrica y lleva su nombre por el gusto del antiguo dueño por el pueblito francés de Barbizón adonde se reunían los pintores impresionistas durante el siglo 19.
masaje, salón de belleza, sauna, hammam, puesta en forma, EPA, baño turco
gimnasia, fitness, deportes
Ámsterdam es una ciudad que conozco gracias a mi trabajo. Esta vez descubrí la capilla de este hotel duraante un seminario. Es preciosa.
Encanto de la antigua capilla La suite merece el rodeo
Cercania de la estación
Situado en una zona central de la ciudad en un edificio antiguo, el Avenue es un hotel sencillo, sin pretensiones pero cómodo y bien adaptado a las familias con su oferta de habitaciones triples y cuádruples.
Este pequeño hotel de 3 estrellas es una verdadera sorpresa. La decoración moderna de las habitaciones contrasta con la recepción y el restaurante, más tradicionales. Es simpático y está cerca de la estación.
Entre los hoteles cómodos de Ámsterdam, esta antigua destilería convertida en hotel está idealmente ubicado para descubrir la ciudad, sus bares, restaurantes y museos. El Tulip Inn destaca por la cálida atención que se brinda a sus clientes. Pronto te sentirás como en casa.
Sofitel the Grand es uno de los mejores hoteles de Amsterdam, si no el mejor. Un lugar de encuentro para los famosos que están de paso por esta ciudad excéntrica. Lujo, comodidad, gastronomía y encanto se dan cita en un edificio del siglo XIV en pleno centro de Amsterdam. Solo nos queda inclinarnos y aplaudir.
Un hotel que merece sus 4 estrellas y que disfruta de una ubicación ideal. Ámsterdam se vive y este hotel permite hacerlo gracias a su ubicación de ensueño, en pleno centro de la animación. Además, el personal es muy amable y el ambiente es muy agradable.
El Tulip Inn Amsterdam Center propone habitaciones de calidad muy desigual, por lo cual vale la pena preguntar antes de reservar. El decorado moderno de las habitaciones deluxe tiene su encanto así como las partes comunes.
Tradicional hotel de categoría amsterdamés, el Krasnapolsky seduce con su jardín de invierno, sus amplios salones y su restaurante francés. Sin embargo, algunos sitios, y en especial habitaciones, merecerían una gran renovación.
Pequeño hotel familiar de tres estrellas, el Avenue no destaca por su refinamiento pero puede ser conveniente para aquellos que buscan un sitio sobrio, bien ubicado y que pueda acoger a varias personas a la vez (8 habitaciones triples, 5 cuádruples).
Sofitel the Grand es uno de los mejores hoteles de Amsterdam, si no el mejor. Un lugar de encuentro para los famosos que están de paso por esta ciudad excéntrica. Lujo, comodidad, gastronomía y encanto se dan cita en un edificio del siglo XIV en pleno centro de Amsterdam. Solo nos queda inclinarnos y aplaudir.
Modernidad, lujo y confort son quizás las palabras que mejoren definen al Movenpick de Ámsterdam. Hotel concebido para los viajeros de negocio también seducirá a los amantes de las vistas panorámicas.
Compuesto por 25 casas antiguas, el Pulitzer es un hotel atípico de arquitectura propia de Amsterdam. Lujoso y con encanto, recibe a sus clientes con toda sencillez en un marco auténtico.
He aquí un hotel con encanto que aplica un concepto bastante original en Ámsterdam: el "todo incluido" o "all inclusive". En un ambiente acogedor, uno se sentirá como en casa. Además, el hotel está situado en pleno corazón de Ámsterdam. Revistas, bebidas, aperitivos, películas, Internet, todo es gratuito, o está incluido, todo depende del punto de vista de cada uno.
Confort, servicios y lujo a la americana. Esta es la propuesta del Ámsterdam Marriot. Aquí destacan las infraestructuras, en especial el gimnasio y el tamaño de las habitaciones. Ideal para huéspedes exigentes amantes de una decoración americana neoclásica.
Sorprendente ejemplo de la arquitectura Art Nouveau, el American hotel merece el rodeo por su fachada, su esplendido Café y su decoración. Además ofrece los servicios de un hotel de categoría (conserje) en pleno centro de Ámsterdam. Ideal para una estancia romántica y sobre todo para los amantes del estilo Art nouveau.
Se realizaron reformas a finales de 2007 en este hermoso hotel, lo que le permitio poder llevar con orgullo sus 4 estrellas. Mientras tanto, puede presumir de su encantadora fachada, su emplazamiento de ensueño y su servicio intachable.
El más clásico estilo italiano sorprende en un hotel de la marca NH. Se debe a la pertenencia a la cadena Jolly durante varios años. La ubicación central resulta cómoda y es un buen punto de partida para recorrer la ciudad.