


El encanto del hotel se centra en la brasserie Schiler con su estilo Art Deco. Le da un toque muy especial a este NH, que también reúne los estándares de la marca y se sitúa en pleno centro de la capital holandesa.
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El encanto del hotel se centra en la brasserie Schiler con su estilo Art Deco. Le da un toque muy especial a este NH, que también reúne los estándares de la marca y se sitúa en pleno centro de la capital holandesa.
A unos 18 kilómetros del aeropuerto, el NH Schiler se ubica en la Rembrandtplein, una plaza arbolada, central y animada de Ámsterdam que cuenta múltiples restaurantes, bares y negocios.
Este hotel de 4 estrellas reúne 92 habitaciones entre las cuales 15 simples y 8 suites. Al ser un monumento histórico, no se pueden echar abajo las paredes, motivo por el cual las habitaciones no tienen todas el mismo tamaño, ni la misma disposición. Las estándar vienen con un silloncito rojo con una mesita especial, incorporada para leer o escribir, además del clásico escritorio. Algunas proponen ducha solamente, la mayoría bañera. Los baños son pequeños, vienen con productos de aseo y secador incorporado. En las business twin, a los clientes les espera un regalito que cambia cada mes. En las junior suites, que miran todas a Rembrandtplein y lucen orquídeas, no existe separación con el living.
Edificado en 1892, el hotel fue renovado en 1997. La recepción con sus sillones negros y marrón de cuero, sus lámparas-araña mezcla el estilo Art Deco con algunos toques modernos NH (el mostrador por ejemplo). Lo más impactante del hotel sin duda alguna es el café-restaurante construido por George Schiler. A fines del siglo 19 tenía mucho éxito por encontrarse frente al mercado y al Teatro Rembrandt en un lugar acogedor. Luego se decidió crear un hotel. En 1912, el hijo del dueño, Freddy tomó las riendas. Artista y manager del hotel, Freddy realizó más de 350 obras que decoran todos los rincones de la propiedad.
El restaurante de 150 plazas constituye uno de los atractivos principales del hotel. La gran sala con arcadas, arañas Art Deco, cuadros de Freddy Schiler, mesas de madera y vitrales pintados seduce a los amantes de este estilo. Allí se sirve comida francesa con algunos elementos de inspiración holandesa al mediodía y por la noche. Un plato cuesta aproximadamente 25 euros. En un pequeño rincón, una salita que luce frases de Goethe y otros célebres filósofos en las paredes, se disfruta del desayuno bufé continental entre las 7 y las 10.30.
A dos pasos del hotel, hay un fitness completo. Y la primera planta del hotel alberga habitaciones para los fumadores.
masaje, salón de belleza, EPA, baño turco
deportes
Bien ubicado, el hotel resulta conveniente para parejas que quieran visitar la ciudad. Las habitaciones son cómodas y modernas. Pero no propone restaurante y muy pocas infraestructuras.
El más clásico estilo italiano sorprende en un hotel de la marca NH. Se debe a la pertenencia a la cadena Jolly durante varios años. La ubicación central resulta cómoda y es un buen punto de partida para recorrer la ciudad.
Sofitel the Grand es uno de los mejores hoteles de Amsterdam, si no el mejor. Un lugar de encuentro para los famosos que están de paso por esta ciudad excéntrica. Lujo, comodidad, gastronomía y encanto se dan cita en un edificio del siglo XIV en pleno centro de Amsterdam. Solo nos queda inclinarnos y aplaudir.
Se realizaron reformas a finales de 2007 en este hermoso hotel, lo que le permitio poder llevar con orgullo sus 4 estrellas. Mientras tanto, puede presumir de su encantadora fachada, su emplazamiento de ensueño y su servicio intachable.
He aquí un hotel con encanto que aplica un concepto bastante original en Ámsterdam: el "todo incluido" o "all inclusive". En un ambiente acogedor, uno se sentirá como en casa. Además, el hotel está situado en pleno corazón de Ámsterdam. Revistas, bebidas, aperitivos, películas, Internet, todo es gratuito, o está incluido, todo depende del punto de vista de cada uno.
Un buen establecimiento de 3 estrellas para la ciudad de Ámsterdam, que tiene tendencia a sobreestimar a esta categoría de hoteles. La decoración es moderna, las habitaciones están limpias y tienen capacidad para alojar hasta 4 personas, el personal es amable y el restaurante es de diseño, en definitiva, ofrece todos los servicios para pasar unas buenas vacaciones a precios razonables.
Muy buena sorpresa la que procura este hotel, muy bien ubicado en un barrio céntrico y animado de Ámsterdam. A pesar de tener solo tres estrellas, aquí se cuidó la decoración y el servicio con la opción del conserje permanente.
Este hotel de 4 estrellas posee habitaciones agradables y modernas y un buen restaurante francés. Lamentamos la parte del lobby, no muy representativa y la falta de vistas desde las habitaciones. La situación geográfica, en cambio, es ideal.
Sofitel the Grand es uno de los mejores hoteles de Amsterdam, si no el mejor. Un lugar de encuentro para los famosos que están de paso por esta ciudad excéntrica. Lujo, comodidad, gastronomía y encanto se dan cita en un edificio del siglo XIV en pleno centro de Amsterdam. Solo nos queda inclinarnos y aplaudir.
Modernidad, lujo y confort son quizás las palabras que mejoren definen al Movenpick de Ámsterdam. Hotel concebido para los viajeros de negocio también seducirá a los amantes de las vistas panorámicas.
Compuesto por 25 casas antiguas, el Pulitzer es un hotel atípico de arquitectura propia de Amsterdam. Lujoso y con encanto, recibe a sus clientes con toda sencillez en un marco auténtico.
He aquí un hotel con encanto que aplica un concepto bastante original en Ámsterdam: el "todo incluido" o "all inclusive". En un ambiente acogedor, uno se sentirá como en casa. Además, el hotel está situado en pleno corazón de Ámsterdam. Revistas, bebidas, aperitivos, películas, Internet, todo es gratuito, o está incluido, todo depende del punto de vista de cada uno.
Con su capilla-sala de conferencias del siglo 15 y sus variadas habitaciones, impregnadas del ambiente del Ámsterdam tradicional, en especial las Deluxe, el Barbizon Palace seduce. Además combina historia y modernidad en sus infraestructuras.
Confort, servicios y lujo a la americana. Esta es la propuesta del Ámsterdam Marriot. Aquí destacan las infraestructuras, en especial el gimnasio y el tamaño de las habitaciones. Ideal para huéspedes exigentes amantes de una decoración americana neoclásica.
Sorprendente ejemplo de la arquitectura Art Nouveau, el American hotel merece el rodeo por su fachada, su esplendido Café y su decoración. Además ofrece los servicios de un hotel de categoría (conserje) en pleno centro de Ámsterdam. Ideal para una estancia romántica y sobre todo para los amantes del estilo Art nouveau.
El más clásico estilo italiano sorprende en un hotel de la marca NH. Se debe a la pertenencia a la cadena Jolly durante varios años. La ubicación central resulta cómoda y es un buen punto de partida para recorrer la ciudad.