Aunque las instalaciones del hotel son escasas, las prestaciones de las habitaciones son aceptables. Las 34 habitaciones tienen climatización individual, caja fuerte, minibar con bandeja de bienvenida, pantalla plana, cocina americana, secador de pelo, albornoces de seda y zapatillas, un ordenador a disposición con Internet gratuito y una cama calentadora. En cuanto a la decoración de las habitaciones, bienvenido al reino de lo kitsch, vuelta a los años '80: una bañera de madera, cabeceros de plástico, lentejuelas, cortinas, sofá y papel en las paredes con motivos diferentes, lo cual crea cuatro tonos y colores completamente diferentes en la sala. O te gusta o no te gusta, pero la decoración no deja indiferente. En cambio, las habitaciones son bastante oscuras.