Las habitaciones son las zonas más agradables del hotel. El diseño de los pasillos no tiene ningún sentido (nuestro reportero aún está intentando entenderlo): todos los ascensores no llevan a las mismas plantas y no todos los pasillos comunican entre sí. Así pues, para llegar a tu habitación tienes que tomar un ascensor concreto (y sólo ese) aunque tengas la impresión de que no sea así... Pero una vez superada esa extravagancia, las habitaciones son un oasis de tranquilidad. El hecho de ser luminosas, más bien amplias y de tener un gran colchón, muy cómodo, te hacen perdonar algunos detalles de un gusto más discutible, como por ejemplo las lámparas con forma de racimo de uva. Con una decoración idéntica en todas las estancias, pintadas en tonos claros, hay que saber seleccionar (¡y bien!) las vistas. No hay margen para el error. Para empezar, olvídate de las laterales: no sólo porque dan a la carretera, sino también porque algunas de ellas tienen una panorámica perfecta sobre la segunda parte del edificio y, por tanto, dan a las habitaciones que hay enfrente. Recuerdan demasiado la vida en la ciudad. En nuestra opinión las mejores vistas (a pesar de imperfectas) son las siguientes: las habitaciones que dan a la piscina (con panorámica), pero en las que tienes que soportar música fuerte durante todo el día y, como mínimo, hasta la una de la madrugada; las laterales, que dan a zonas poco construidas y que, por tanto, son menos ruidosas. Vaya, que no hay vistas al mar, está muy lejos...
Se puede decir que las suites no se diferencian particularmente de las estándar: la decoración es idéntica (¡incluida la lámpara-racimo!), pero la distribución de los espacios no está tan lograda. Al ver las camas en un lugar, y sillones y una mesa apelotonados en la zona salón (segundo dormitorio), uno tiene la impresión de que el arquitecto, al no decidirse, ha optado por ponerlo todo. Evidentemente, la estrechez del espacio agobia.
Nos ha gustado el tamaño de las habitaciones y sus tonos claros
No nos ha gustado las vistas (a escoger) de las zonas áridas, de las habitaciones de enfrente o de la piscina y sus actividades de animación...