Se accede al Arenal Spring, construido en 2005, a través de un pequeño camino rocoso de un centenar de metros que pasa por delante del rancho en el que hay 28 caballos. Una vez en la entrada, se pueden apreciar los pequeños edificios de obra, sencillos y sin clase. Cada uno de los servicios que ofrece el hotel se encuentran ubicados en pequeñas estructuras separadas, aunque cercanos los unos de los otros. La recepción tiene una decoración bastante pobre y dispone de conexión inalámbrica, al igual que el bar situado al lado del restaurante. La sala de masaje (con una oferta de 10 tipos distintos), a la que denominan pomposamente el spa, está vacía y no dispone de ningún tipo de decoración. Es mejor sumergirse en la piscina de formas geométricas situada al lado, que dispone de una pequeña zona para niños, y tomar una copa en el bar situado en la misma zona. La zona se encuentra sobre un terreno de vegetación baja. Al lado de un bonito lago, los huéspedes podrán observar la huerta del hotel, donde se cultivan diferentes tipos de frutas y verduras. Dejando atrás las zonas comunes, hay una avenida principal que conduce a las habitaciones, situadas todas ellas en pabellones edificados unos junto a otros en los diferentes caminos perpendiculares entre ellos.