También podrás ver las islas de la Maddalena desde el restaurante y su terraza, así como desde las habitaciones bien orientadas y la piscina. Este es todo el encanto de este hotel constituido por un único edificio de estilo mediterráneo construido en 1992. Desde el portalón del hotel se accede a una pequeña carretera que se abre camino en un bonito parque paisajístico. En el otro lado del edificio hay una agradable piscina con una piscina infantil incluida que, todo sea dicho, constituye el único equipamiento de ocio.
El vestíbulo y el bar contiguo, con sus amplios sillones, privilegian la comodidad. La decoración es discreta y personal. Desde aquí se accede directamente a las habitaciones, a la piscina y al restaurante. En el subsuelo hay otro bar que solo abre cuando se celebran bodas o congresos en la sala contigua.
Hay conexión wifi a Internet gratuita en todo el hotel.
Todas las actividades se realizan en el exterior. En los alrededores podrás practicar numerosos deportes náuticos, equitación, tenis y golf, pero recuerda que son de pago y que tienes que disponer de vehículo propio.