El hotel tiene 76 habitaciones en total: 48 habitaciones de 70 m² en unos pabellones, 26 villas de lujo de 200 m² (de las cuales 16 tienen piscina), así como dos villas reales de 600 m² (también con piscina). Las amplias habitaciones casi alcanzan la perfección, con un pequeño salón y una terraza individual. El mobiliario y la decoración, de materiales naturales, conjugan elegancia y simplicidad. El cuarto de aseo de mármol da a un jardín privado cerrado. Te esperarán, además de los productos de aseo de primera necesidad, sales de baño que podrás utilizar en la bañera de mármol encastrada en el suelo. La habitación tiene televisión por satélite y un lector de CD o DVD (hay películas a tu disposición en la biblioteca). Está equipada con líneas telefónicas directas para llamadas internacionales, fax y conexión a Internet. También hay un minibar, una caja fuerte y climatización regulable. El servicio de habitaciones está disponible 24 horas al día.

La arquitectura del hotel, muy cuidada, muestra unos tejados de paja inspirados en las casas de Bali. En cada sendero, encontrarás esculturas africanas observándote en medio de un jardín tropical de 8 hectáreas. El hotel también tiene unos muros catalogados del siglo XVIII. Desde la recepción, la reproducción de un acueducto vierte sus aguas en un estanque amenizado por peces exóticos. El Oberoi tiene un pabellón de recepción de 50 m² con una perspectiva inmejorable hacia el océano índico y las montañas de Port-Louis. Una primera piscina de 175 m² (cubierta de mosaicos y rodeada de columnas) enfrentada al mar. Una secunda piscina de 60 m² también se sitúa frente al mar. Las dos están rodeadas de tumbonas de madera con cómodas colchonetas.

La arquitectura del chiringuito es amplia y muy agradable. Propone un menú con comida excelente y refinada. Puedes probar una gran variedad de comida (criolla, oriental y europea). El hotel también propone una buena selección de vinos famosos (Francia, Australia, California, Sudáfrica, Italia). Y además se puede reservar una cena romántica en la playa, en medio de velas colocadas en la arena. ¡Muy romántico!

La playa ? artificial ? ha sido acondicionada  en una zona de 600 m. La bahía está repleta de rocas negras que dan al paisaje un relieve inédito. La Baie aux Tortues es una zona marina protegida, de color turquesa, el ambiente es apacible. Se puede practicar gratuitamente esquí náutico, buceo libre, vela, windsurf, kayak, hidropedales y canoa. El parascending, el submarinismo con botella y la pesca de altura llevan suplemento.

El hotel está clasificado en los "Leading Small Hotels of the World". Las dos villas reales y las 16 villas de lujo tienen piscina propia. El spa (llevado por la cadena asiática Banyan Tree) está concebido como un santuario: regeneración del espíritu, del cuerpo y del alma están a la orden del día para masajes, tratamientos a base de productos naturales y terapias orientales y asiáticas (ayurveda, aromaterapia, shiatsu, reflexología).