El Four Seasons, diseñado en un estilo mauritano contemporáneo, es magnífico. Su vestíbulo protegido por una terraza es elegante y confidencial. La recepción se encuentra en el interior, toda de mármol negro y decorada por una pared de agua en la parte posterior. Descubrimos a lo largo de las infraestructuras una mezcla de mármol y madera, acompañada por una vegetación exuberante muy bien cuidada. El hotel se divide en dos partes, encontrándose la segunda en la isla de los Gatos. Aquí encontramos muchas instalaciones como la piscina principal, restaurantes, algunos chalets y también el spa. Éste dispone de 12 cabinas sobre postes para los tratamientos. Todo ha sido pensado para que te sientas lo más relajado posible. Antes del masaje, cada uno dispone de una sala privada para cambiarse y darse una ducha. Dispone de todos los productos necesarios: champú, gel de ducha, cepillo para el pelo, etc. Puedes elegir entre diferentes tratamientos como el masaje terapéutico con caña de azúcar. El tratamiento comienza por el ritual del lavado de pies. Luego el terapeuta te da a elegir entre diferentes aceites de masaje. Las mezclas combinan los aromas de la isla como el coco o el ylan ylang. Pide la suave Sherryl, hace maravillas. En el centro de puesta en forma encontrarás aparatos de calidad de última generación y un pasillo de natación de 25 metros. Abre de 7 a 21 h y se imparten dieciseis clases a la semana. Si has olvidado tu ropa deportiva, no te preocupes, el hotel la presta gratis.