El hotel cuenta con 298 habitaciones, a las que hay que sumar 15 suites. En la planta baja, hay un gran número de habitaciones que disponen de una pequeña terraza con algunos escalones que bajan directamente a la laguna. Las demás disponen de una terraza o un balcón triangular equipado con una tumbona y un tendedero. Al igual que el hotel, la decoración depurada y elegante de las habitaciones es contemporánea y cuenta con objetos étnicos. El conjunto de más de 30 m² es armonioso y luminoso, entre el blanco y el azul de los tejidos, el mimbre trenzado de las paredes e incluso la cómoda cama angular y los muebles negros de madera de wengé que se encuentran en el estupendo vestidor. La luz del día invade toda la estancia gracias a un amplio ventanal. Disponen también de un gran nivel de confort, con televisión por satélite, lector de DVD, minibar, cafetera, caja de seguridad, Internet, radio despertador y aire acondicionado individual con ventilador. Las puertas correderas permiten acceder a los amplios cuartos de baño decorados con mármol blanco. La disposición está muy cuidada, con una gran bañera, un lavabo sobre granito y un gran espejo, ducha y wc separados por una puerta de cristal traslúcido, una báscula, un espejo de aumento, secador de pelo, albornoces y zapatillas. Evidentemente, dispone de servicio de habitaciones las 24 horas.

Abierto en 2004, el Conrad presenta una arquitectura imponente, cuadrada y muy contemporánea. Los edificios de líneas geométricas están dispuestos en forma de W frente al mar. El amplio vestíbulo es muy espacioso y se abre hacia una zona en la que se encuentra la piscina principal de forma cuadrada. Al lado de la recepción existen numerosas boutiques. Los largos meandros de la laguna transcurren a lo largo de todo el hotel, dotado de una tercera piscina. Frente a estos cursos de agua de tonos azules se encuentra también una playa artificial, ideal para que los más pequeños puedan bañarse. Todo el hotel está impecablemente salpicado por zonas ajardinadas, grandes árboles tropicales, senderos de líneas rectas o bellamente redondeadas e inmensas piscinas perfectamente diseñadas. El agua es la protagonista en todas las instalaciones. Junto a la laguna, se han construido terrenos ajardinados a modo de arrozales de Bali. Por la noche, la iluminación en el suelo decora las instalaciones con elegancia. A pesar del gran número de habitaciones, 313 en total, los diferentes espacios, a los que se accede fácilmente, nunca están abarrotados dado que son muy amplios. Dispone de diversos ascensores que llevan a los tres pisos de los edificios. El gran spa invita a la relajación en un ambiente muy sobrio y zen. Existe un curso fluvial que transcurre por toda la longitud de las instalaciones. En el interior, los clientes disponen de 12 salas de masaje y de una excelente selección de tratamientos. Un gran balé, situado en medio de una zona acuática, está dedicado a los cursos de yoga. En la inmensa y bien equipada sala de fitness cada aparato posee una pantalla de televisión. El único defecto es la ausencia de luz natural. En el gran club infantil, rodeado de barreras y tapizado con césped, se crían bebés tortugas en un pequeño estanque. Las paredes de la magnífica capilla, de líneas contemporáneas, forman una pirámide que se eleva hacia el cielo frente al océano. Gracias a los amplios ventanales, la luz artificial invade todo el espacio, dedicado a la celebración de enlaces. En el parque se encuentran tres templos balineses.

Encima del vestíbulo se encuentra el restaurante principal. Únicamente el desayuno se sirve en forma de buffet, con una amplia variedad de platos, en su mayoría de la cocina asiática. Para la cena, los comensales pueden asistir, dos veces por semana, a espectáculos de bailes balineses. El menú está compuesto por una deliciosa cocina asiática, internacional y vegetariana. En total, el hotel dispone de cuatro restaurantes, contando el restaurante japonés que abrió sus puertas en 2008. El restaurante del mar se llama el "8 grados" debido a la situación de Bali, a 8 grados por debajo del Ecuador. Los clientes, al aire libre, pueden admirar tanto el mar como la laguna. Los platos, como las pizzas, se preparan delante de los clientes. Si se levanta viento, se pueden cerrar los grandes ventanales. El lugar es ideal y ha sido bien concebido. Un poco más alejado, el Spice propone una amplia variedad de platos étnicos.

El Conrad está ubicado junto a una bonita playa de 350 m equipada con numerosas tumbonas de madera, sombrillas, mesitas de piedra y 12 balés o pabellones balineses. Ofrece a sus visitantes una arena gruesa y dorada y unas aguas cristalinas y tranquilas. Incluso aunque la playa se limpie periódicamente, tiene algunas algas. Los adeptos de los deportes náuticos estarán encantados: en Tanjung Benoa es donde se pueden practicar todos los deportes de motor, además de vela, kayak, submarinismo? Por el contrario, los barcos de motor pueden perturbar la tranquilidad del lugar. La playa cuenta con un socorrista que vigila la zona y evita, al mismo tiempo, que los vendedores callejeros molesten a los turistas.

Los días en el Conrad van acompañados por numerosas actividades y animaciones de todo tipo. Acoge, en su gran mayoría, a una clientela de vacaciones y a parejas en luna de miel.

Consejo de alojamiento: Para sumergirse directamente en la laguna al salir de la habitación, elige una que esté ubicada en la planta baja, de lo contrario, puedes elegir una habitación en otro piso para disfrutar de las vistas. Para disfrutar de una mayor intimidad, las habitaciones que dan al patio interior junto al spa están mucho mejor, aunque también están bastante más apartadas de las zonas comunes.