Está prohibido cambiar la configuración general de esta antigua sede del KGB. Así podrás pasearte tranquilamente por los pasillos recargados y por el hueco de la escalera de época (con reja de ascensor y puerta antiguas) que contrasta con el resto del hotel, de estilo futurista. Ninguna de las 72 habitaciones tiene la misma superficie, si bien todas comparten el mismo diseño mixto: las líneas rectas y masculinas se combinan a la perfección con los colores femeninos. Los tonos suaves de las paredes y de los muebles contrastan perfectamente con los matices vivos de los tejidos. En el Lux 11, los universos opuestos se atraen por completo. En cuanto al equipamiento, hay de todo o incluso más: televisión de pantalla de plasma, lector de DVD, fax, teléfonos (fijo e inalámbrico), caja fuerte, conexión a Internet wifi, climatización individual, zapatillas en forma de chancla, albornoces e incluso una cocina totalmente equipada. El cuarto de baño es impresionante, está abierto a la habitación y contiene una ducha de lluvia y productos de aseo de la selecta marca Korres. Asimismo, el hotel dispone de cuatro magníficas suites penthouse en un edificio cercano. Se dice que hay algunos famosos que ya han visitado el lugar...