Este establecimiento forma parte de la cadena Maritim desde 1995 pero ya existía en la antigua Alemania del Este. Pasando la importante puerta de entrada, una puerta giratoria, adornada con banderas alemanas, se llega a un amplio hall con varios salones. A la derecha, en el primero decorado con unos colores claritos y que posee un televisor, verás una vidriera con distintas joyas y objetos de porcelana. Otro reúne unos sillones verdes, unos cuadros modernos y varias estatuas de bronce. Al final de un largo pasillo te toparás con obras de distintos artistas, obras muy heteróclitas y el bar del Maritim Proarte. El interiorismo se inspira claramente de los años setenta: un piano, una larga barra con formas ovaladas, cuadros coloridos, una moqueta geométrica y sillones de cuero grises y negros ocupan el espacio del ?Check Point?. El establecimiento ofrece, como los otros de la cadena, un servicio de alquiler de bicicletas. En la misma planta baja detrás de una puertita un poco escondido, cerca del mostrador de recepción, encontrarás la piscina cubierta del hotel. Las paredes lucen fotos de animales submarinos. Varias tumbonas claritas la rodean. Los huéspedes pueden aprovechar también del solárium, una sala de masaje, una sauna y una sala dedicada totalmente a la estética. No te preocupes por las toallas, hay varias a disposición de los clientes aquí mismo. Una pequeña sala detrás de una vidriera y con un par de máquinas cumple el oficio de gimnasio. Si deseas beber un coctel te acercaras a la barra.