La historia de las instalaciones se remonta al siglo XIX con las "Galerías del emperador", un gran centro comercial con un cabaré y un museo de cera. Pero este templo de diversión se destruyó durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el lugar que ha quedado vacante no había dicho la última palabra: la historia continúa en 1987, año de construcción del "Gran Hotel de Berlín". Se han reconstruido varios elementos de época, como la entrada o el atrio, un magnífico patio bajo una cristalera. Diez años después, la cadena Westin compró el edificio y bautizó de nuevo el hotel. En esta época, los clientes se encontraban frente a un establecimiento de estilo tradicional... Pero en 2008, se tomó la decisión de darle un toque contemporáneo al hotel y conservar al mismo tiempo las características de antaño. El resultado se puede admirar desde el vestíbulo: el mármol y el revestimiento de madera de las paredes han invadido la mayoría del vestíbulo, pero hay numerosos toques contemporáneos animando la estancia, como unas lámparas y unas columnas alrededor del bar. La moqueta y los muebles huelen a limpio. Asimismo, el hotel ofrece un espacio de bienestar formado por una piscina, un jacuzzi, una sauna, un baño turco, una sala de fitness y un solárium. Los noctámbulos agradecerán saber que el hotel alquila una discoteca contigua al Westin. Un centro de negocios completa las instalaciones.