El Sheraton alberga un total de 120 habitaciones, de las cuales 82 están sobre pilotes, y 9 en el jardín. Las habitaciones estándar, si es que podemos llamarlas así, se parecen más en realidad a una suite que a una habitación, con una superficie de 85 m². Constan de un salón, una habitación, un cuarto de baño inmenso, y una amplia terraza de 10 m², además de una plataforma de acceso al agua de como mínimo 5 m². La decoración está realizada entera en madera, en estilo colonial: escritorio, cama con baldaquín (y mosquitero), elegantes motivos sobre los paneles correderos, galán de noche, vestidor... No falta nada en la lista de los equipamientos que esperamos encontrar en un establecimiento de esta clase. Destacamos la presencia de dos grandes televisores y un lector de DVD (préstamo de DVDs en recepción), un equipo de buceo con tubo, y también de varias trampillas, a cada lado de la banqueta del salón y al pie de la bañera, para dar de comer a los peces. La carta del servicio de habitaciones, original, en tablillas de madera, además de los desayunos clásicos ofrece también menús de temática japonesa, tapas, barbacoa tahitiana, o de estilo zen.