Gonzalo González Beneytez
Jefe de sección
El I Corbezzoli es un hotel tranquilo y cómodo, ideal para los viajeros que buscan descansar en la región de Budoni. Si no eres de estos, ten por seguro que te aburrirás. Su construcción a lo largo, perpendicular a la playa, le ha otorgado una distribución curiosa al establecimiento, que ha separado mucho las habitaciones de la piscina y de la playa.
I Corbezzoli - © Raphael RICHARD / EASYVOYAGE
I Corbezzoli - © Raphael RICHARD / EASYVOYAGE
El I Corbezzoli está situado en Agrustos, en el municipio de Budoni. Esta zona costera es ideal para descubrir el este de la isla, la región de Olbia y la Costa Esmeralda al norte y La Barbagia al sur. Acceso rápido a la autopista de 4 carriles. A pie solo puedes acceder al pequeño puerto de Porto Ottiolu, dando un agradable paseo por la playa. Te recomendamos que alquiles un coche.
Las 77 habitaciones del I Corbezzoli están repartidas en dos categorías llamadas «superior» e «inferior». Todas tienen un estilo diferente y, en cambio, se parecen mucho en lo que se refiere al confort y las prestaciones. Todas disponen de una pequeña terraza cubierta con una mesa y sillas. Decoración muy sencilla de inspiración sarda, televisión de pantalla plana, minibar (relleno), aire acondicionado, Internet wifi (gratuito), gran cuarto de baño con ducha italiana... Todo en un espacio correcto, un tanto oscuro quizás, pero bien protegido del calor estival.
Justo al lado de la recepción y del parking se alinean una serie de habitaciones al mismo nivel, a lo largo de un paseo. Más lejos, un edificio largo alberga otras habitaciones en la planta baja, aunque la mayor parte de la planta está ocupada por un inmenso restaurante/sala de recepción. El I Corbezzoli es un hotel curioso en el que los edificios están situados lejos del mar y perpendiculares a este. Hay que caminar 200 m en dirección al mar para llegar a las pistas de tenis, a la zona de juegos para niños y a la piscina rodeada por un bar y por una segunda sala de restauración muy moderna. La piscina cuadrada está rodeada de tumbonas en dos lados y, en el otro lado, de cómodos asientos del bar. Aquí reina otro ambiente, diferente al del resto del hotel, mucho más sardo y tradicional. Curiosa mezcla de ambientes. Desde la piscina hay que recorrer 300 m para llegar a la playa.
El salón del restaurante está previsto para la celebración de bodas y recepciones a la altura de las (grandes) familias sardas, por ese motivo ocupa la mayor parte de la planta del edificio principal. La estancia, muy larga y luminosa, está rodeada de una terraza con vistas al mar. Un espacio totalmente desproporcionado con respecto a las 77 habitaciones del establecimiento. Aquí se sirve el desayuno y la cena. Las noches de las cenas temáticas permiten variar los placeres gastronómicos, aunque la cocina sarda ocupa un lugar importante en la oferta del restaurante.
Al mediodía y durante el día, el bar de la piscina propone una cocina ligera y tentempiés.
Si tenemos en cuenta la configuración del establecimiento, las habitaciones más cercanas a la entrada del hotel están a casi 700 metros de la playa. Arena blanca, aguas cristalinas y tranquilidad. Puede haber muchas plantas de posidonia en la orilla cuando el viento sopla en esta dirección. Como en toda Cerdeña, la playa está vigilada por socorristas. Y dispone de sombrillas y tumbonas.
I Corbezzoli significa Los madroños en italiano.
El I Corbezzoli organiza muchas bodas en sus grandes salones de recepción, sobre todo a principio de temporada.
baño turco
tenis, volley, equitación , btt, vela, canoa, water-polo, fitness, deportes
Ambiente distendido y relajado con una vegetación exuberante. Eso es lo que te propone el complejo Framissima instalado en el Agrustos Village. Este establecimiento franco-italiano tiene las ventajas y los inconvenientes de un hotel que ya ha vivido muchos veranos: infraestructuras antiguas, pero con unos jardines magníficos. El buen humor garantizado por el equipo de animación y la bonita playa te harán olvidar un confort a veces básico.
Aunque el Sporting debería someterse a una renovación profunda, este club de dimensiones razonables, ubicado en la zona de playa y hoteles de Agrustos, también tiene sus encantos. El trato es muy agradable, las habitaciones correctas, la playa agradable y el restaurante acogedor y generoso. Pero el conjunto está realmente anticuado y las zonas comunes necesitan actualizarse. ¡Una lástima!
Aquí, la dirección está atenta a los más mínimos detalles, y eso se nota. Cada aspecto de la decoración se ha escogido cuidadosamente, y el buffet es realmente apetitoso. Con solo 77 habitaciones en pequeños edificios de una sola planta, el club Bahia no se puede decir que sea especialmente grande, pero gracias a sus extensas zonas ajardinadas da la impresión de que se trata de un complejo. Aunque es posible que esta impresión venga dada por la música estridente que procede de la piscina... Ello convierte al hotel en un híbrido de aspecto moderno pero con una clientela familiar en un entorno de pueblo mediterráneo. Una mezcla curiosa.
¡Tranquilidad! Aunque se trata de un hotel club con un equipo de animación y un programa muy repleto. El Matta Village es uno de los pocos hoteles clubs que tienen encanto. Pequeño y cómodo establecimiento de 82 habitaciones, bordeado por un pinar en el que se respira tranquilidad. La música de la piscina no empieza hasta las 16:30 h, el personal es muy agradable y atento pero no intimida, cuando llega el buen tiempo por las noches se organizan veladas a orillas de la playa, lejos de las habitaciones; en definitiva, un ambiente muy tranquilo para este hotel que acoge a un 30% de clientes habituales. Las habitaciones son bonitas y espaciosas y la comida del restaurante es muy buena. Su único defecto es que está lejos de todo y si no se dispone de coche puede convertirse en una pequeña cárcel.
Aquí, la dirección está atenta a los más mínimos detalles, y eso se nota. Cada aspecto de la decoración se ha escogido cuidadosamente, y el buffet es realmente apetitoso. Con solo 77 habitaciones en pequeños edificios de una sola planta, el club Bahia no se puede decir que sea especialmente grande, pero gracias a sus extensas zonas ajardinadas da la impresión de que se trata de un complejo. Aunque es posible que esta impresión venga dada por la música estridente que procede de la piscina... Ello convierte al hotel en un híbrido de aspecto moderno pero con una clientela familiar en un entorno de pueblo mediterráneo. Una mezcla curiosa.
¡Tranquilidad! Aunque se trata de un hotel club con un equipo de animación y un programa muy repleto. El Matta Village es uno de los pocos hoteles clubs que tienen encanto. Pequeño y cómodo establecimiento de 82 habitaciones, bordeado por un pinar en el que se respira tranquilidad. La música de la piscina no empieza hasta las 16:30 h, el personal es muy agradable y atento pero no intimida, cuando llega el buen tiempo por las noches se organizan veladas a orillas de la playa, lejos de las habitaciones; en definitiva, un ambiente muy tranquilo para este hotel que acoge a un 30% de clientes habituales. Las habitaciones son bonitas y espaciosas y la comida del restaurante es muy buena. Su único defecto es que está lejos de todo y si no se dispone de coche puede convertirse en una pequeña cárcel.
Ambiente distendido y relajado con una vegetación exuberante. Eso es lo que te propone el complejo Framissima instalado en el Agrustos Village. Este establecimiento franco-italiano tiene las ventajas y los inconvenientes de un hotel que ya ha vivido muchos veranos: infraestructuras antiguas, pero con unos jardines magníficos. El buen humor garantizado por el equipo de animación y la bonita playa te harán olvidar un confort a veces básico.
Aunque el Sporting debería someterse a una renovación profunda, este club de dimensiones razonables, ubicado en la zona de playa y hoteles de Agrustos, también tiene sus encantos. El trato es muy agradable, las habitaciones correctas, la playa agradable y el restaurante acogedor y generoso. Pero el conjunto está realmente anticuado y las zonas comunes necesitan actualizarse. ¡Una lástima!