Las habitaciones estándares no son especialmente grandes para esta categoría de hotel (alrededor de 25 m²), pero tienen sin embargo dimensiones más que aceptables. Luminosas, completamente equipadas, decoradas según el estilo del hotel, las habitaciones ofrecen un marco y un servicio dignos de un hotel de cinco estrellas. Las 123 habitaciones y suites dan al puerto deportivo. Hay que resaltar que los cuartos de baños se han reformado hace poco (baños separados). En los cuartos de baño, la marca Bulgari ofrece sus productos de bienvenida.

Lo primero que llama la atención en el universo del hotel Cala di Volpe es la arquitectura y la decoración original y colorida, realizada por el arquitecto francés Jacques Couelle, inventor de las "casas paisaje". Construido en 1963 al fondo de una espléndida bahía transformada en puerto náutico privado, el hotel está ubicado en un lugar realmente único, entre las aguas azules del mar Mediterráneo y el verde oscuro de las laderas del interior. Recreando un pueblecito mediterráneo, el hotel se integra perfectamente con su entorno. Bordeado por una piscina inmensa situada junto a un restaurante et por un agradable piano-bar al que se puede acceder por medio de una pasarela. Los interiores, con decoración de inspiración sarda, están especialmente cuidados, sin olvidar el más mínimo detalle: paredes encaladas, vigas vistas, colores alegres, formas suaves y redondeadas. En definitiva, un verdadero lugar de ensueño. No sorprende por lo tanto que James Bond se pasara por el hotel para filmar una escena de La espía que me amó.

A la derecha de la recepción, el espléndido restaurante del hotel sorprenderá al visitante con sus arcos, su colorido mobiliario y sus grandes ventanales con magníficas vistas al puerto naútico. Este lugar goza de una excelente reputación en la región y todo el mundo coincide en la excelente calidad los platos, preparados por el equipo del Sr. Franco, chef sardo que lleva 15 años en la cocina. Asimismo, el restaurante semicubierto situado junto a la piscina, es otro lugar tentador en el que poder disfrutrar de desayunos pantagruélicos. Por último, hay dos piano-bares en el hotel: uno situado en el edificio principal y el otro en el edificio construido sobre pilotes. Este último ofrece conciertos en vivo y un ambiente muy tránquilo, con muchos rincones, chimeneas y acogedores sofás.

Un transbordador marítimo realiza el trayecto todos los días para llegar hasta la playa del hotel Cala di Volpe. El viaje dura cinco minutos. Esta playa de arena rubia es bastante grande, con 500 metros de largo y 30 metros de ancho. Rodeada de aguas azul turquesa, la playa está perfectamente equipada, vigilada y gestionada por el personal del hotel, presente las 24 horas. Para hacer deportes naúticos y, en particular, esquí acuático, basta con ir hasta el puerto naútico, situado a dos pasos de las habitaciones.

En temporada alta siempre se pueden ver conciertos de estrellas de fama internacional. Se suele invitar a grandes artistas. El Cala di Volpe pertenece a la cadena de hoteles Starwood que tiene en la región otros tres hoteles con encanto: el Pitrizza, el Cervo y el Romazzino.
El hotel está a dos pasos del campo de golf Pevero, uno de los "18 hoyos" más bonitos del mundo, que diseñó Robert Trent Jones. Lugar muy frecuentado por la jet set italiana e internacional.