Las 94 habitaciones, embaldosadas y con paredes blancas alegradas por un bonito cuadro, están equipadas con un pequeño escritorio de madera y tienen cierto encanto. Todas disponen de una minúscula televisión vía satélite con 15 canales, caja fuerte con llave (de pago), radiador y climatización individual. En cambio, no hay nevera y debes pasar por recepción para llamar al extranjero. Un balcón con dos sillas de plástico blanco y una mesita da al mar en la mitad de las habitaciones, aunque se ve el mar desde todas ellas (vista lateral inclinándose). El cuarto de baño tiene una ducha flexible, dos jabones, secador y WC. Las 15 familiares, más espaciosas y todas frente al mar, disfrutan además de un sofá cama para dos personas. También frente al mar, las 5 habitaciones triples disponen de una terraza panorámica con dos tumbonas.