Gonzalo González Beneytez
Jefe de sección
El Pueblito es un establecimiento distendido y animado situado cerca del centro urbano de Cancún. Resulta conveniente para unas vacaciones de sol y playa, pero ofrece un confort espartano.
El aeropuerto internacional de Cancún está a 15 km. Se tardan unos 20 minutos en llegar en autobús.
Las 349 habitaciones se reparten por los edificios de dos y tres plantas. Vistas a los jardines y piscinas o al mar (con suplemento). El acceso no siempre es cómodo. Los caminos de piedras desiguales están poco iluminados de noche, así pues, conviene mirar dónde se pisa... Las habitaciones tienen una buena dimensión (20 m²) pero la iluminación es algo deficiente. La decoración es minimalista. Durante nuestra visita vimos algunos apliques y pinturas vivas un tanto chillonas con las que se intenta alegrar las paredes, de enlucido blanco, viejo y en ocasiones con fisuras. Igualmente, las colchas con grandes motivos de colores confieren un aspecto kitsch. Todas están equipadas con televisión por satélite, climatización y teléfono directo para llamadas internacionales. Los cuartos de baño cuentan con una ducha y algunos productos de bienvenida.
El Pueblito se construyó en 1987 y fue remodelado parcialmente en 2004; es un hotel costero compuesto de 29 edificios blancos alternados con colores chillones. Están repartidos en forma de "U" por los jardines hasta la orilla del mar. El hall de la recepción está decorado en estilo rústico mexicano y resulta bastante acogedor. Se abre a una hacienda de estilo español. Detrás está el restaurante, el bar principal y las tiendas del hotel (entre ellas hay una joyería). Dos caminos principales conducen a las habitaciones a través de los jardines y las piscinas que llegan hasta el mar. El ambiente es distendido y animado. Incluso ruidoso. Evita las habitaciones que estén cerca de la piscina si aspiras a tener un poco de tranquilidad. La clientela es mayoritariamente americana. El hotel ofrece una estancia con la fórmula "todo incluido", aunque falta comodidad en las habitaciones.
El restaurante principal, enfrente de la recepción, da a los jardines y a un gran patio tipo hacienda al que llegan los pájaros a posarse. La bonita decoración mexicana y el mobiliario de madera no ocultan el aspecto de "cantina" del lugar. Las mesas están repartidas en dos salas y están dispuestas de forma un tanto apretada. Algo menos en la zona de no fumadores. Las tres comidas se sirven en forma de bufé. Hay cantidad y variedad, exceptuando los postres (flan, cremas o fruta en cada comida); los platos que se sirven son básicos y es posible cansarse de ellos. La comida es de tipo local e internacional. Un chiringuito situado cerca de las piscinas puede ofrecer una alternativa para los almuerzos. Del mismo modo pueden alegrarnos la jornada dos restaurantes especializados en comida italiana y mexicana, a la carta y con reserva. Pero habrá que olvidarse del romanticismo: las mesas están dispuestas en una ala de la sala de teatro y parecen perdidas en un espacio inmenso. Al menos es el lugar para asistir a un espectáculo de calidad: un espectáculo de danza, sonido y luz muy apreciado por el público.
La playa del hotel es la playa pública El Mirador. Aunque ésta casi no existe en este lugar. Las piscinas terminan en un acantilado artificial que da al mar. Sólo algunos metros de arena separan el agua de las escaleras que permiten acceder a la playa. Las duchas están en un nivel intermedio de las escaleras. El mar, aunque es de color turquesa, en ocasiones está muy agitado y nadie se arriesga a entrar en las olas con tanta roca... Para disfrutar del mar Caribe, de su arena fina y sus aguas color turquesa, será necesario ir en autobús a otras playas. La más cercana está situada a sólo unos minutos al norte y tiene aproximadamente un kilómetro de extensión. Los transportes colectivos circulan delante del hotel cada cinco minutos.
El hotel se sitúa en la famosa avenida Kukulcán, en la zona hotelera de la ciudad de Cancún, a 20 minutos de coche del centro de la ciudad y de sus tiendas, bares y restaurantes.
Ten en cuenta que el yacimiento arqueológico maya El Rey está justo enfrente.
El hotel ofrece una estancia con la fórmula "todo incluido".
masaje, salón de belleza
gimnasia, volley, chorro esquí, vela, Kayak, fitness
El hotel Club Verano Beat gusta por su sencillez. Se trata de un lugar de descanso a la orilla del mar para disfrutar de unas vacaciones activas en el Yucatán. Lo esencial está presente: confort y acogida con un toque justo de fantasía.
El Oasis Playa es un hotel de buen nivel donde se divierte una clientela heteróclita que llega en busca de las aguas turquesas del Mar Caribe. En este hotel se dan cita la calidad de los equipamientos, de las animaciones, deportes e instalaciones junto con distensión y el calor propios del lugar.
Situado cerca del ajetreo de la ciudad de Cancún, el Meridien es un establecimiento de gama alta y muy cómodo que gustará a los amantes de la tranquilidad.
Se trata de la última de las poblaciones Club Med de gama alta. El Club Med Cancún Yucatán volvió a abrir sus puertas el 11 de noviembre de 2006, después de 12 meses de obras realizadas después del paso del huracán Wilma. Después de una profunda reforma, es una población flamante y excepcional, con 4 tridentes Familia en la clasificación de Club Med. Ha sido completamente rediseñado, desde las infraestructuras a la decoración, pasando por la filosofía: está pensado para toda la familia y constituye un excelente punto de partida para descubrir los maravillosos sitios mayas que integran el patrimonio del Yucatán.
Este hotel en régimen de "todo incluido", mezcla de multipropiedad y club, no tiene mucho movimiento. El conjunto del hotel se recomienda más como un lugar de paso que como destino para realizar una estancia prolongada. Los edificios tienen varias plantas, sin animación, con pocas opciones e infraestructuras escasas: los clientes encontrarán aquí las desventajas que presentan una estructura pequeña y una grande, y ninguna de sus ventajas, salvo, quizás, las grandes dimensiones de las dos piscinas. Es una pena porque la playa es maravillosa, pero no despunta.
La elegancia y la calidad de las instalaciones del Fiesta Americana Condesa Cancún atraen a los padres de familia y a las parejas en viaje de novios. Nadar, dormir y comer en la costa del Caribe mexicano, el hotel ofrece placeres sencillos pero sin sorpresas.
El hotel Grand Oasis es una pirámide de hormigón construida en 1996 que se sitúa en el inmenso complejo hotelero que le da nombre en la zona hotelera de Cancún. Este delirio de arquitectos cansa rápido. Queda pues un sinfín de actividades para realizar con los tuyos.
Inaugurado en 2008, este complejo forma parte de los más recientes de la zona. Su arquitectura exterior es bastante masiva sin embargo una vez dentro tendrás la impresión de estar en un verdadero pueblo de vacación. Todo está previsto para que tu estancia sea una mezcla de tranquilidad, relax, actividades divertidas, y paréntesis romántica para las parejas. Puede parecer muy ambicioso pero hay que reconocer que NH consigue hacer vivir una experiencia variada y única a todos sus públicos.
Inaugurado en 2008, este complejo forma parte de los más recientes de la zona. Su arquitectura exterior es bastante masiva sin embargo una vez dentro tendrás la impresión de estar en un verdadero pueblo de vacación. Todo está previsto para que tu estancia sea una mezcla de tranquilidad, relax, actividades divertidas, y paréntesis romántica para las parejas. Puede parecer muy ambicioso pero hay que reconocer que NH consigue hacer vivir una experiencia variada y única a todos sus públicos.
Con toldos de color blanco, el Bel Air Collection es un remanso de paz muy espacioso dedicado al descanso y al relax. Un lugar ideal para disfrutar de unas románticas vacaciones. No hay ruido y no se acepta el alojamiento a niños menores de 12 años. Particularmente armonioso y homogéneo, el hotel es muy cómodo y está rodeado por un entorno original ideal para pasar las vacaciones y sin hoteles similares en la zona.
El Paradisus Riviera Cancún es un establecimiento de reciente construcción, de gama alta, muy cómodo y situado en un pueblecito llamado Puerto Morelos. Ofrece todas las actividades y facilidades que se pueden esperar de un hotel costero.
El Ceiba del Mar es un establecimiento de apertura reciente, alta categoría, muy confortable, situado en la pequeña localidad de Puerto Morelos. Recomendado a las parejas y a los amantes de la tranquilidad. Bienestar y descanso son la máxima de este lugar.
Se trata de la última de las poblaciones Club Med de gama alta. El Club Med Cancún Yucatán volvió a abrir sus puertas el 11 de noviembre de 2006, después de 12 meses de obras realizadas después del paso del huracán Wilma. Después de una profunda reforma, es una población flamante y excepcional, con 4 tridentes Familia en la clasificación de Club Med. Ha sido completamente rediseñado, desde las infraestructuras a la decoración, pasando por la filosofía: está pensado para toda la familia y constituye un excelente punto de partida para descubrir los maravillosos sitios mayas que integran el patrimonio del Yucatán.
Infraestructura y restauración de calidad media, habitaciones cómodas aunque sin encanto, el Fiesta Americana Cancún conviene al turista con poca imaginación. Podrás descansar y divertirte sin reflexionar en compañía de tus seres queridos bañándote en las aguas turquesas del mar del Caribe.
El hotel Grand Oasis es una pirámide de hormigón construida en 1996 que se sitúa en el inmenso complejo hotelero que le da nombre en la zona hotelera de Cancún. Este delirio de arquitectos cansa rápido. Queda pues un sinfín de actividades para realizar con los tuyos.
La elegancia y la calidad de las instalaciones del Fiesta Americana Condesa Cancún atraen a los padres de familia y a las parejas en viaje de novios. Nadar, dormir y comer en la costa del Caribe mexicano, el hotel ofrece placeres sencillos pero sin sorpresas.