Todas las habitaciones son luminosas y están amuebladas con estilo. Están repartidas en dos casas solariegas. Hay 3 tamaños diferentes. Las habitaciones pueden tener vistas al mar o al campo y algunas cuentan con una terraza. Hay habitaciones dobles con terraza suplementaria. Las suites júnior son amplias y tienen una zona de día y otra de noche separadas entre ellas. La suite superior está en la 1^a planta y dispone de una terraza privada con vistas al mar en el jardín. La suite Lujo está en la 1^a planta y está equipada con una gran terraza/balcón (unos 60 m²) y un jacuzzi. La Gran Suite (unos 105 m²) es una casa independiente que ofrece mucha intimidad con salón, dormitorio, terraza con piscina privada y un gran jardín, una bonita terraza en la azotea y vistas al mar. Las suites júnior tienen un salón con asientos y una terraza. Los únicos pequeños defectos: la luz, ya que algunas habitaciones son un poco oscuras, y el tamaño, algunas son pequeñas con 20 m².

Esta casa de campo se compone de dos edificios vecinos con 18 habitaciones. En el exterior hay una piscina de agua dulce y un solárium con sombrillas y un bar. Hay un camino que bordea la costa hasta los bancos de arena con magníficas vistas de la pintoresca bahía de Canyamel. El gran jardín, equipado con hamacas para relajarse, es un remanso de paz. Además, podrás relajarte en uno de los dos jacuzzis de la casa o coger bicicletas para salir de excursión. El hotel también dispone de sauna y hammam; los masajes hay que reservarlos y pagar un suplemento. El servicio es muy bueno con un personal muy acogedor. Este hotel no es muy aconsejable para los niños. Las habitaciones y el conjunto del complejo son muy tranquilos.

El desayuno funciona como bufé con ofertas suplementarias en la carta. Por las noches, el menú se sirve en el restaurante o en la terraza. El servicio de bar funciona todo el día a orillas de la piscina o en el jardín, así como el servicio de habitaciones. La cena es a la carta. El restaurante propone una cocina gastronómica. Los platos son muy refinados, aunque pequeños. No está hecho para los grandes apetitos ni para los que tengan prisa.

A la playa de arena de Canyamel se puede llegar por un camino que pertenece al hotel y que atraviesa un pinar, a unos 500 m. Canyamel dispone de una playa de arena fina y dorada de más de 300 m de longitud con un agua limpia y cristalina. No suele haber medusas ya que la playa está aislada en una pequeña bahía. Se pueden practicar muchas actividades en la playa de Canyamel. Tiene acceso directo al "torrente de Canyamel" o a las cuevas de Arta a través de unas escaleras. Además, la playa dispone de unas completas infraestructuras como sombrillas, tumbonas, socorrista y la Cruz Roja. En la playa se proponen deportes náuticos como el barco motorizado o submarinismo.

Este establecimiento de campo abrió en marzo de 2005 y se compone de dos edificios de más de 140 años que se han renovado y transformado en un moderno hotel de 18 habitaciones. La "finca" dispone de 575 ha. El ambiente es elegante, pero sin exageraciones. El personal es muy amable y hablan varias lenguas.