Las habitaciones renovadas son bonitas y modernas, con una elección de colores muy agradables (blanco/gris), parqué y un bonito cuarto de baño muy bien iluminado. Puedes alojarte en una habitación superior pagando un suplemento mínimo. Todas las habitaciones cuentan con balcón y algunas tienen vistas al mar. Los apartamentos están muy limpios y bien equipados con una televisión satélite, teléfono, aire acondicionado-calefacción y caja fuerte. La habitación se compone de un sofá cama, una mesa central, un mueble televisión y una mesa para comer. El salón está separado de la cocina por un bar. La cocina está equipada con todo el confort necesario para cocinar cómodamente. Todos los apartamentos poseen una terraza. En la 4^a planta hay una azotea con piscina y terraza.

Este hotel fue construido en 1988 y se renueva regularmente. Dispone de distintas categorías, desde la doble a la suite. Es todo blanco y tiene pocas plantas por lo que se aleja de las estructuras tipo búnker para turistas. Así mismo, cuenta con algunos apartamentos que están a 250 m de la playa y a 200 m del hotel. Los 32 apartamentos son prácticos para las familias y se reparten por 3 plantas. El hotel propone un gran abanico de actividades deportivas, como por ejemplo un club de tenis con 7 canchas de tierra batida. En el centro de belleza se proponen distintos masajes y tratamientos corporales. El establecimiento dispone de su propio servicio de alquiler de bicicletas con taller de reparación. Para relajarse, hay una piscina cubierta y una sauna. El único punto negativo es que hay muy pocas tumbonas y sombrillas.

La particularidad de este lugar es que encontramos todo tipo de platos cocinados sin gluten, cosa que se especifica al lado de cada plato. El chef se ocupa de abastecer el bufé y de controlarlo. Cada noche se propone una cocina en directo en el restaurante o en la terraza contigua. Se puede comer carne, pescado y otras creaciones en grandes cantidades. El desayuno se sirve de 8:00 a 10:15 h, una mala noticia para los dormilones. La cena, de 18:30 a 21:15 h. Si el tiempo lo permite y hay sitio, se puede comer fuera.

El hotel goza de una buena ubicación cerca de la playa de Canyamel. Para llegar a ella solamente hay que atravesar una pequeña carretera poco transitada. La playa es tranquila y está muy bien situada y limpia, con poca gente. La arena es fina y está muy limpia y el agua es transparente. Está dotada de una bandera azul que indica que la playa es ecológica. Se pueden alquilar tumbonas y sombrillas por 9,70 euros/día. En la misma playa hay un pequeño bosque al que viene la gente del lugar los fines de semana para hacer barbacoas y descansar. En la cala hay dos bares. Así mismo, está equipada con duchas de agua dulce, un servicio de primeros auxilios, socorristas y alquiler de patines de playa y canoas.

En este hotel, y en general en el pueblo de Canyamel, vienen muchas familias con niños y personas jubiladas de Alemania o Italia. Si lo que quieres es salir de fiesta, mejor que vayas a otro sitio.