El Laguna es un hotel no demasiado grande, blanqueado con cal con unas contras rojas, que tiene un encanto especial. Este hotel de tamaño medio se construyó en 1964 y se renovó en 2003. Está compuesto por un edificio principal (7 plantas) y un edificio anexo (2 plantas), y posee 93 habitaciones. Dos de ellas disponen de cuatro camas y 20 tienen una puerta de comunicación que hace que se adapten totalmente a las familias con niños.
La piscina, situada en un hermoso jardín, no es muy grande, pero es ideal para el número de clientes del hotel. No hace falta que te pelees para conseguir una tumbona porque tienes la posibilidad de reservarlas en recepción para todas las vacaciones. La animación es, agradablemente, discreta. Para los niños hay un programa que cambia a diario y una minidiscoteca por la noche. Para los ciclistas, un aparcamiento para bicicletas disponible para dejar las suyas.