Las habitaciones del Cap-Maison, acogedoras, grandes, bien amuebladas, están muy logradas. Apreciarás el estilo, más similar a una hacienda que a una casa caribeña. Domina la sensación de confort y el nivel de equipamiento es excelente: albornoces, plancha y tabla de planchar, televisión grande, minibar surtido, aire acondicionado y ventilador... Cabe destacar que Internet está disponible y gratuito pero no en forma de Wifi. La mayoría de las habitaciones estándar están en la planta baja y, desafortunadamente, todas dan al jardín, estando las vistas al mar reservadas a la categoría superior.
Los cuartos de baño tampoco nos decepcionan, tienen bañera, WC y ducha separados, lavabo doble y productos de aseo muy completos. La baldosa pintada a mano constituye la principal decoración.

El Cap-Maison, inaugurado en 2008, forma parte de las direcciones más recientes de Santa Lucía. Pero este hotel de 50 habitaciones no tiene nada de un establecimiento contemporáneo minimalista. El estilo es más bien burgués y acogedor. Las instalaciones colectivas se prestan también al bienestar con un pequeño spa formado por 3 cabinas y dos piscinas, una con vistas al mar, al lado del restaurante, y la otra detrás y más pequeña, en medio de las habitaciones. Las tumbonas y sus colchones mullidos son una maravilla. Y la excepción que confirma la regla, la sala de televisión, biblioteca y juegos merece la pena. Casi nos da ganas de que llueva para tener un buen motivo para quedarnos dentro.
Para los deportistas, hay una pequeña sala de fitness, las canchas de tenis se encuentran fuera del hotel pero están muy cerca, el golf de Cap-Estate está a 5 minutos en coche.

The Cliff at Cap. Es el nombre del único pero excelente restaurante del hotel. Todo está en la terraza de madera con vistas al mar y Pigeon Island. El lugar, encaramado en el acantilado y totalmente abierto al mar, es una auténtica maravilla. La piscina principal se sitúa justo al lado.
El chef sirve una cocina internacional muy inspirada en la cocina antillesa francesa. El Cliff abre sin interrupción del desayuno a la cena con una oferta de tentempiés calientes y fríos pero también una carta especial para la hora del té.

Como el Cap-Maison está encaramado en un acantilado, para llegar a la playa hay que bajar numerosos escalones. No se accede directamente desde el hotel, pero el acceso está muy cerca. Abajo te espera una encantadora playita de arena gris totalmente equipada, con su bar, sus tumbonas y su club náutico (el uso de los equipos no motorizados es gratuito). Pero como está orientada al Norte y rodeada de acantilados, la playa está a la sombra la mayor parte del tiempo. ¡No es lo ideal para los amantes del sol!

El Cap-Maison se sitúa entre el mar y el Smugglers Cove Resort.
Los chalets-suites del hotel son auténticos apartamentos con piscina privada, gran cocina, comedor, salón, etc.