Las habitaciones son bonitas y grandes, con un estilo auténtico, amuebladas con un sillón de madera y un escritorio y decoradas con parqué en el suelo, un fresco encima de la cama, una pared de revestimiento amarillo que combina con otros objetos de la habitación. Cuentan con televisión y minibar que te permitirán pasar noches tranquilas viendo una buena serie mientras tomas un zumo de fruta o una cerveza. Son espaciosas, puedes andar por ellas sin chocarte constantemente con los muebles, o incluso hacer estiramientos después del esfuerzo del día sin tener que moverlo todo. El espacio en el cuarto de baño es proporcional con un jacuzzi en esquina que promete noches relajantes después de un día de muchas caminatas. Como toque final, hay un balcón, o una terraza, con una tumbona y una mesita. Pero cuidado, estamos en un pueblo y te verán muchos vecinos. Así que nada de topless.