El hotel solo dispone de habitaciones dobles, que pueden albergar a un máximo de cuatro personas. Son estándar, espaciosas, limpias y decoradas de forma sobria. Las paredes son blancas y están decoradas con algunas fotografías de paisajes. El suelo es de baldosa. Cerca de la puerta-ventana existe un pequeño salón con un sofá y una mesa baja de madera. Asimismo, disponen de un escritorio sobre el que se encuentra la televisión. El balcón es amplio, con una mesa y sillas de plástico blanco. Las habitaciones están equipadas al estilo clásico, pero correcto, con TV, teléfono de marcación directa, climatización individual, minibar (vacío), caja fuerte (de pago, 2,60 euros por semana) y un servicio para preparar té y café. El gran cuarto de baño está muy limpio, con baldosa y un bonito lavabo de mármol oscuro. Está equipado con bañera, wc, secador de pelo y productos de aseo.