


Este hotelito con encanto se dirige a los turistas en busca de la tranquilidad absoluta, es decir, "aquellos que adoran sentirse solos en el mundo". Porque así será... En fin, no solos del todo, porque la pareja de propietarios alemanes te mimará y se encargará de que estés cómodo y a gusto. Sobre todo, te llenarán el plato (mejor que termines si no quieres que te riñan amistosamente). Un hermoso lugar, aunque desafortunadamente un poco alejado de las playas más bonitas de la isla.
- Descanso
- Gastronomía
- Encanto