La arquitectura exterior es ciertamente una cuestión de gusto: en nuestra opinión, el edificio es de un color rojo ladrillo inmundo. Afortunadamente, las cosas mejoran algo una vez en el hall (dejando a un lado que la recepción está escondida a la derecha, una de nuestras bestias negras...). Es un espacio luminoso y agradable, decorado con plantas verdes que bajan de las galerías superiores y que albergan elegantes saloncitos repartidos por aquí y por allá. Cuelgan inmensas lámparas del techo y el suelo de mármol reluciente está impecable. El registro se hace rápidamente, de manera profesional y con una sonrisa; pero dependiendo de donde esté tu habitación, tal vez necesites algo de tiempo para acomodarte teniendo en cuenta el tamaño del establecimiento. Fuera, a la altura del hall, se encuentra una terraza con un estanque y una cascada que fluye en uno de los estanques inferiores. Hay tres piscinas, una salada, a orillas de la cual encontrarás además más espacio para broncearte que en las otras dos. Disfrutan de una buena exposición al sol ya que los edificios circundantes no ocultan los rayos del sol y además son tranquilas y relajadas (al menos cuando no hay niños). Al lado del espacio de la piscina se encuentran bonitos jardines desde donde se pueden admirar unas vistas magníficas al interior de la isla.
Los niños disponen de un espacio reservado para ellos en La Caleta. El Delfines, situado en el jardín, tiene un estanque infantil, una zona de juegos, y un club infantil cubierto donde animadores organizan todo tipo de actividades: pintura de camisetas, taller de cometas, juegos y actividades deportivas. Por la noche, tienen su pequeña discoteca mientras que el hotel prefiere organizar veladas más que espectáculos para los adultos. Por ejemplo se propone una velada campestre y marinera una vez a la semana con un músico, también se puede celebrar una velada japonesa. Los que desean relajarse y disfrutar de un masaje o un tratamiento de belleza no descubrirán un lugar mejor que el club de salud Caroli. Además de una gama de cuidados para el rostro y el cuerpo, dispensa cuidados estéticos, reflexología, aromaterapia y varios programas de spa, sobre todo para las parejas de la sala VIP. Además, posee varios estanques para la hidroterapia, un jacuzzi, una sauna y un espacio de esparcimiento con una fuente. Durante nuestra visita, había también un pequeño gimnasio pero debía transformarse en la nueva sala de fitness Sheraton.
Las otras instalaciones de La Caleta incluyen un minigolf, una peluquería y una sala de juegos con una mesa de ping-pong, dardos y un billar. El hotel está muy bien cuidado y constituye un lugar agradable para pasar el tiempo, aunque no quieras salir de su recinto.