


Un pequeño hotel clásico bonito y con un encanto antiguo situado en un antiguo palacio del siglo XIX. Se le da importancia a la seguridad, hay nueve cámaras de vigilancia diseminadas por el interior de la estructura.
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Un pequeño hotel clásico bonito y con un encanto antiguo situado en un antiguo palacio del siglo XIX. Se le da importancia a la seguridad, hay nueve cámaras de vigilancia diseminadas por el interior de la estructura.
El Ostoya Palace está situado a 1 km aproximadamente de la plaza del Mercado y a 500 m del Museo Nacional; hace esquina en una calle no lejos del Vístula, el río que atraviesa Cracovia. Se tardan 30 minutos en automóvil para llegar al aeropuerto.
Las 24 habitaciones (15 m² de media) se dividen en individuales, dobles, dobles de camas separadas y suites, y dan cabida a un máximo de 48 personas. La decoración es de calidad y tiene tintes muy clásicos en colores crema. Equipamiento disponible: TV, caja fuerte gratuita, conexión inalámbrica a Internet, teléfono. Los cuartos de baño son bonitos y modernos; cuentan con bañera o ducha (en las habitaciones estándar), productos de bienvenida "Ostoya", albornoces, zapatillas y secador de pelo.
Este hotel de 3 plantas se construyó en 1895 y se abrió al público en 2005. Ha conservado su hermosa arquitectura. Una vez franqueados los pocos escalones de la entrada, el viajero llega a una pequeña recepción acogedora de tonos cálidos. El espacio lo ocupa en su mayoría un gran vestíbulo de madera. La decoración, en su conjunto, es de tonos pastel. La pequeña sala de conferencias resulta apagada y triste; sin embargo está dotada de una gran pantalla plana. También hay un ascensor, un aparcamiento, un centro de negocios y una sauna.
El restaurante del hotel es de color verde botella y posee bonitos techos altos, mobiliario con estilo y parqué. Su espacio circular está abierto mediante grandes ventanas. La cocina se compone de platos polacos o continentales (de 12:00 a 22:00). La estancia para el desayuno (07:00-11:00) es la del bar. El mobiliario y la decoración en rojo y blanco dan un carácter frío, que rompe con la armonía y el encanto de los rincones del hotel. Destacamos: la bollería es casera.
El hotel se encuentra en una calle muy concurrida, lo que hace que esté comunicado mediante el tranvía y los autobuses urbanos. La clientela se compone de turistas en su mayor parte. La recepción posee una visión de conjunto de la actividad del hotel gracias a 9 cámaras de vigilancia. Servicio de habitaciones de 07:00 a 23:00, mozo de equipajes durante las 24 horas del día. Acceso Wi-fi a Internet en todo el hotel.
masaje, salón de belleza, sauna, EPA, baño turco
tenis, volley, baloncesto, golf, fitness, deportes
Un hotel pequeño, agradable y sin pretensiones para un viaje entre amigos o para un fin de semana en pareja. Su situación es ideal para descubrir los tesoros de la ciudad, que se encuentran todos a pocos pasos del hotel. Teatros, museos, galerías, anticuarios... ¡muy cerca de tu habitación!
Un hotel pequeño muy acogedor y con estilo para un fin de semana romántico. Este remanso de paz y lujo de innegable encanto conjuga a la perfección con la atmósfera que desprende Cracovia.
Este pequeño hotel romántico goza de una decoración muy cuidada y de una ubicación ideal junto a Rynek Glowny, un punto neurálgico del casco antiguo.
Cerca del centro histórico de Cracovia, este hotel moderno, funcional y agradable ofrece prestaciones de calidad con toda sencillez.
El único "Relais et Châteaux" de Polonia se encuentra en la antigua sede de los canónigos de Cracovia, transformado en un hotel de lujo único con aires de pequeño museo. La historia del lugar se puede ver, especialmente, en los frescos que datan de la Edad Media y del Renacimiento.
El Monopol es un hotel funcional y está bien situado; recibe tanto a particulares como a grupos. El establecimiento tiene la ventaja de dar directamente al cinturón verde del centro histórico de Cracovia.
El hotel Pod Roza, de estilo neoclásico, cuida el paladar y el sueño de sus huéspedes en un entorno lujoso y con estilo. Constituye una invitación al fasto y al descanso en pleno centro de la vieja Cracovia.
El Royal se sitúa en un cruce; es un hotel de estilo Art Nouveau un poco envejecido en el interior, pero muy bien situado enfrente del majestuoso castillo Wawel. El caserón linda con el parque de Planty, el cinturón verde de Cracovia.
El hotel Pod Roza, de estilo neoclásico, cuida el paladar y el sueño de sus huéspedes en un entorno lujoso y con estilo. Constituye una invitación al fasto y al descanso en pleno centro de la vieja Cracovia.
Un hermoso castillo neogótico del siglo XIX que surge de la nada al dar un rodeo por una pequeña carretera. Este lugar totalmente aislado ofrece la ventaja de estar cerca de distintos lugares imprescindibles para la visita, además de Cracovia. Es ideal para un fin de semana romántico.
Un hotel pequeño muy acogedor y con estilo para un fin de semana romántico. Este remanso de paz y lujo de innegable encanto conjuga a la perfección con la atmósfera que desprende Cracovia.
El único "Relais et Châteaux" de Polonia se encuentra en la antigua sede de los canónigos de Cracovia, transformado en un hotel de lujo único con aires de pequeño museo. La historia del lugar se puede ver, especialmente, en los frescos que datan de la Edad Media y del Renacimiento.
No lejos del Parque Nacional de los Tatras, este inmenso chalé ofrece lujo, descanso y actividades deportivas de todo tipo. Este soberbio complejo hotelero se encuentra en una de las calles de la estación de esquí más famosa de Polonia, Zakopane. Se trata de un emplazamiento de gran belleza para disfrutar de los deportes de invierno.
Este pequeño hotel romántico goza de una decoración muy cuidada y de una ubicación ideal junto a Rynek Glowny, un punto neurálgico del casco antiguo.
Confort, calidad y funcionalidad se dan cita en el Holiday Inn de Cracovia, un hotel perteneciente a una cadena de proporciones acertadas. Está situado cerca del cinturón verde de la antigua ciudad real.
El Royal se sitúa en un cruce; es un hotel de estilo Art Nouveau un poco envejecido en el interior, pero muy bien situado enfrente del majestuoso castillo Wawel. El caserón linda con el parque de Planty, el cinturón verde de Cracovia.