Hotel Blue Wind Hotel 0 estrella
Easyexpertos
Cumbuco Cumbuco, Brasil
Gonzalo González Beneytez Jefe de sección

El Blue Wind, una pequeña posada con tan solo ocho habitaciones, es un rincón hippie en el que los amantes del kitesurf encontrarán todo lo necesario para gestionar su material deportivo sin complicaciones. Todo ello gracias a su propietario, Mario, un gran aficionado y un windsurfista veterano que terminó convirtiéndose al kitesurf. Además, la escuela se fundó antes que la pensión, a la que está adosada, de modo que podrás realizar cursos o alquilar el material necesario para practicar este deporte. No esperes encontrar demasiado lujo: el Blue Wind tiene prácticamente prohibidos el aire acondicionado y la televisión, y las ventanas no tienes cristales... pero así se puede escuchar el sonido de las olas. Está claro que sobre gustos no hay nada escrito, pero el estilo de esta posada, austero a la vez que logrado, nos ha gustado. Sus balcones de madera, sus hamacas y sus colores alegres, dan a un jardín que recuerda a las vacaciones que se pasan entre amigos, en las que todo el mundo se siente como en casa. Los espaguetis rigurosamente "al dente", el pescado fresco que llega de manos de los pescadores y el buen café italiano seducirán tu paladar.

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    Ubicación 4.45 /10

    El Blue Wind está situado directamente en la playa de Cumbuco. El aeropuerto de Pinto Martins se encuentra a 36 km; en taxi, debes calcular unos 50 minutos. La distancia que debes recorrer para llegar al centro de Fortaleza es de 25 km; puedes tomar el autobús que recorre las arterias que circulan por el litoral y el centro de la ciudad. Puedes tomar un autobús climatizado, especial para turistas, o un autobús local, menos confortable pero más económico. La técnica consiste en bajar en la plaza central y preguntar; el Blue Wind queda muy cerca y Cumbuco es pequeño.

    Habitaciones 6.70 /10

    El Blue Wind cuenta con un total de 8 habitaciones con vistas diferentes: algunas dan al jardín y otras al mar. Hay tres habitaciones cuádruples, una habitación doble, y el resto son triples. Algunas de ellas, situadas en la planta baja, tienen una puerta que permite acceder directamente al jardín; las estancias de la primera planta cuentan con un balcón de tablas de madera y una hamaca que comparten con la habitación vecina. No se puede comparar el alojamiento del Blue Wind con el de un hotel convencional, pero la mejor habitación es la situada encima de la escuela de kitesurf, en el edificio verde situado delante del mar. Por la parte de arriba de una escalera de madera, se accede al balcón, la antecámara del alojamiento y el océano. Desde allí lo podrás admirar en toda su inmensidad, así como respirar mientras escuchas el sonido constante de las olas, sentado ante la pequeña mesa de madera y mimbre, en una de las dos sillas de colores que cuelgan del techo. En el interior no hay prácticamente ningún servicio, a excepción del cuarto de baño, pero la estancia tiene encanto. Las ventanas, sin cristales, solamente tienen postigos. Las paredes son de obra vista, con cemento dejado bruto adrede, y las vigas de madera. La estancia es lo suficientemente grande para albergar una cama grande y un altillo con una segunda cama. En el Blue Wind no hay ninguna cursilería: solo sábanas ligeras sobre las camas, aunque de colores vivos, no hay mosquiteras en las ventanas, sino una tela verde colgada del techo (útil por la noche contra los insectos); y olvídate del aire acondicionado, solo tendrás un ventilador que te refrescará en aquellas raras noches en las que no sopla el viento. Sin embargo, no se escatima en productos de aseo, y el cuarto de baño está decorado con el mismo estilo que la casa. Si te gustan este tipo de vacaciones, el Blue Wind es lo que estabas buscando.

    Infraestructura 8.20 /10

    En el Blue Wind todo gira en torno a la escuela de kitesurf; en realidad esta propició la inauguración de la posada, en 2004, a la que está adosada. La escuela se sitúa en la playa. En la parte de atrás hay un jardín al que da el bar-restaurante, al fondo, y los pequeños edificios que albergan las 8 habitaciones. Todo es sencillo pero refinado, siempre que te guste el efecto tropical que crean las casas de colores, los toldos de paja y la red de voleibol tendida entre dos grandes palmeras, en medio del jardín. Esta posada está especialmente concebida de acuerdo con las exigencias de los practicantes de kitesurf, que nada tienen que ver con las comodidades de un hotel de lujo. Este tipo de clientela, tan específica, lo convierte en un hotel frecuentado fundamentalmente por jóvenes, digamos de entre 24 y 50 años. En el jardín se respira una atmósfera de vacaciones entre amigos: se juega al fútbol, se mantiene la cometa gracias a los diferentes equipamientos, con la misma desenvoltura que en casa, te sientas en el bar y hablas con Mario, el propietario y fundador de la escuela, un italiano que atrae inevitablemente a sus compatriotas. Diseminadas un poco por todos lados, encontrarás tumbonas para tomar el sol y algunas hamacas o sillas suspendidas del techo del bar.

    Restauración 7.20 /10

    El restaurante también es el bar del jardín, cubierto por un toldo y sin paredes. Es una ventaja que ofrecen los pueblos como Cumbuco, en los que el sol brilla prácticamente todo el año y donde siempre hace calor. Las alegres decoraciones floridas sobre el fondo verde fluorescente del mostrador contrastan con el burdeos de las paredes y el suelo. Algunas sillas, de tela de cuadros y colgadas del techo, contribuyen a la jovialidad y la cordialidad de este establecimiento vagamente hippie y constituyen una buena alternativa a las mesas largas y bancos de madera. El restaurante es el único espacio con televisor, por si los practicantes de kitesurf se interesan por las noticias o el fútbol. El desayuno se sirve en el restaurante entre las 06:30 y las 10:00. El menú es variado: cereales, huevos y tortillas, galletas, mermeladas, nutella, yogures, fruta, café brasileño... y, por supuesto, italiano. Si te gusta Italia, sabrás apreciar la gestión italiana, igual que los espaguetis, preparados como debe ser, entre las 17:00 y las 23:00 h, cuando el bar se transforma en restaurante. El pescado y la langosta a la brasa son otras de las especialidades de la casa. Los productos son frescos y se adquieren directamente a los pescadores.

    Playa

    La playa del hotel es la de Cumbuco, magnífica, inmaculada, inclinada hacia el mar y acariciada por la brisa. Hay que reconocer que aquí el mar no es una charca caliente en la que uno entra a remojarse de vez en cuando mientras toma el sol. Sino que el viento sopla de forma constante todo el año, sobre todo de julio a diciembre. Por ese motivo, Cumbuco se ha convertido en un punto de encuentro de practicantes de kitesurf de todo el mundo. Antes de que se inventara este deporte, relativamente nuevo, aquí se practicaba el windsurf, un deporte que requiere las mismas condiciones meteorológicas. Te recordamos que el litoral es público en todo Brasil. No encontrarás ningún hotel con playa privada, y el Blue Wind no es ninguna excepción.

    A saber

    Si buscas un hotel con todas las comodidades, con servicio de habitaciones, aire acondicionado o bebidas frescas en el frigorífico, o incluso con televisor, olvídate del Blue Wind. La clientela de esta pequeña posada está compuesta al 100% por practicantes de kitesurf que encuentran aquí lo estrictamente necesario; acuden sobre todo por la escuela de kitesurf, adosada al hotel y fundada mucho antes que el Blue Wind, que ha tomado su nombre. Allí proporcionan todo el material indispensable para practicar este deporte: el compresor para hinchar la cometa, agua dulce para lavarla y un espacio de almacenamiento, todo gratuito. Por lo general, los clientes ya tienen una tabla, pero también pueden alquilarla en la escuela. Si deseas apuntarte a un curso de kitesurf, debes saber que los cuatro monitores hablan perfectamente los idiomas europeos: italiano, alemán, inglés, portugués, francés y español.

    Equipamientos

    • Internet
    • Gimnasio

      volley, windsurf

    Ventajas

    • El estilo, medio hippie medio tropical
    • Los servicios para los practicantes de kitesurf
    • La cocina auténtica

    Inconvenientes

    • Hay que saber renunciar al aire acondicionado

    Opiniones de los viajeros sobre el hotel

    • Puntuación Total nc/10