Gonzalo González Beneytez
Jefe de sección
Existen descubrimientos propiciados por un afortunado azar. Este es el caso del Marmite Creyol, un pequeño y encantador establecimiento de reciente apertura, que seducirá a los turistas sedientos de autenticidad. Porque este hotel es ante todo un descubrimiento: el de la música y la gastronomía criolla.
El Marmite Creyol se encuentra en una residencia cerca de Deshaies (la ciudad está a algunos kilómetros). El aeropuerto de Pointe-à-Pitre está a unos 45 minutos en coche, según el tráfico.
Los 8 bungalows, de amplia superficie (30 m² aproximadamente) están diseñados para acoger a 4 personas. Uno de ellos está totalmente acondicionado para personas con silla de ruedas. Cada edificio, enlucido en blanco, dispone de terraza amueblada con madera, aire acondicionado individual, cocina americana con un pequeño platero, dos placas de cocina, cafetera, frigorífico y un cuarto de baño con cabina de ducha. Es una lástima que no haya demasiada luminosidad en algunos lugares y que la decoración no esté a la altura de las partes comunes.
Construido en 2000, renovado en 2005, el Marmite Creyol ("criollo" en guadalupeño) es un pequeño establecimiento cálido, de dimensión humana, compuesto por ocho bungalows distribuidos en torno a la pequeña piscina entre floridos jardines plenos de verdor. En el acogedor hall se encuentra el piano-bar sobre un escenario, a la derecha está el mostrador de recepción y al fondo, el confortable rincón salón que se abre en terraza sobre el restaurante y los jardines. Bello suelo de baldosas de color marrón claro, vigas en el techo, con ventiladores, mobiliario de ratán, plantas verdes. El entorno es acogedor y tranquilo.
¡Cocina local casera! Sencilla y de gran calidad. Sin lugar a dudas, el punto fuerte del hotel. El restaurante, instalado en una terraza cubierta con vistas al jardín, dispone de un mobiliario de madera cubierto por manteles azules. Luminoso, propone una amplia variedad de especialidades criollas a la carta en las tres comidas
Más que un hotel, el Marmite Creyol es un auténtico restaurante & un piano bar que recibe a artistas célebres de la región de Deshaies y de otros lugares. Te recibirá Patricia, consumada cocinera, y Didier, que conoce bien el ambiente musical y artístico y que acoge cada viernes en el hall del hotel conciertos de grupos locales y caribeños. Los clientes son guadalupeños, martiniqueses, guayaneses y franceses. En definitiva, autenticidad, sólo autenticidad.
A título indicativo, el precio medio de un viaje combinado para dos personas durante la semana (7 noches) es de 381 euros. Para reservar y obtener más información, consultar la página Web del hotel: http://www.marmitekreyol.com/
salón de belleza, quinesiterapia
equitación , btt, canoa
Fort Royal, un hotel bonito y prácticamente nuevo, es el último establecimiento que han construido en Guadalupe. Los propietarios son suecos. Las prestaciones de servicio que ofrecen son muy altas y la situación es muy agradable ya que está alejada de las localidades más turísticas. Este hotel con unas dimensiones en las que entran 230 habitaciones y en el que imperan el descanso, la naturaleza y las actividades es una auténtica maravilla.
El Rayon Vert apuesta por el encanto y la tranquilidad. Pequeño establecimiento aislado sobre una colina frente al mar Caribe que gustará a los que aprecian un trato atento y un ambiente intimista.
El Caraïbes Bonheur es un pequeño y encantador apartahotel situado en una colina sobre el mar con bellísimas vistas de la isla de Kawane. Se accede a la playa a través de una pequeña carretera poco transitada. Destaca sobre todo el magnífico trato. Se trata de uno de nuestros lugares preferidos en la región.
El establecimiento Fleur des Iles es un hotel con bungalows ideal para familias y con un magnífico emplazamiento a orillas de la playa de Grande Anse, sin duda una de las playas más bellas de Guadalupe... En todo caso la más grande. Buena relación calidad - precio.
El establecimiento Grande Anse es un cuidado apartahotel para familias que buscan reposo. Confortable y bien equipado, se integra en un entorno natural preservado no muy lejos de una bella playa. Ideal para los que deseen tranquilidad y calma.
Alquilar una villa en un entorno vegetal con vistas al mar, disfrutar de la piscina privada y dejarse mimar cuando uno lo desea, es, desde ahora, un sueño realizable. El Domaine de la Pointe Batterie ofrece el sueño hecho realidad de sentirse como en casa en una villa de lujo en pleno corazón de un parque de varias hectáreas.
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En medio de un jardín que cuenta con 3000 tipos de plantas diferentes, este hotel, que se parece más a una residencia, tiene ya su clientela de acostumbrados. Todas las habitaciones tienen cocina lo que les agradará a las familias que hayan venido a descubrir la isla. Este hotel seducirá por su ambiente acogedor y su agradable piscina, aunque no es de lo más cómodo.