El hotel dispone de 20 suites (14 Junior y 6 Embajador) y de 276 habitaciones, todas climatizadas. De las 276 habitaciones disponibles, 238 tienen vistas al mar con balcón y las otras 38 están a la altura del jardín y cuentan con terraza, acceso al jardín y vistas a la laguna o al palmeral. La decoración de las habitaciones, acorde con el conjunto del hotel, es pura sutileza. No es un lujo rimbombante, sino mero refinamiento respetando líneas simples con paredes blancas y de mármol claro en el suelo, realzado con elementos funcionales o decorativos (lámparas, cuadros, mesas bajas...), mezclando así modernidad y arte propio del norte de Africa. Como obsequio de bienvenida, encontramos en la habitación una bandeja de frutos secos y botellas de agua mineral. En lo que concierne a los equipamientos, nada es fruto de la casualidad: televisión por satélite (15 canales), teléfono directo (en la habitación, el cuarto de baño y el WC), caja fuerte, minibar y aire acondicionado. El cuarto de baño está equipado con una bañera (baño de remolinos en las suites), una ducha, un secador de pelo, productos de bienvenida y aseo independiente. Hay que añadir que las habitaciones también cuentan con unas útiles lamparillas de noche (que podemos apagar si preferimos dormir a oscuras). Las 40 habitaciones de la primera planta son de no fumadores y tienen vistas al mar.