


Este complejo de ecoturismo se parece a un pueblecito cretense, con sus casas llenas de flores y sus callejuelas sombreadas. La decoración y el trato son pintorescos y familiares. Esta granja de 600 hectáreas ofrece la posibilidad de disfrutar de una estancia fuera de lo común, descubriendo la naturaleza cretense mediante excursiones a pie, en bicicleta o a lomos de un asno y sumergiéndote en la vida cotidiana de los habitantes de la isla. El ambiente acogedor facilita el intercambio de impresiones con los otros visitantes y los habitantes de la región.
- Familia
- Bien situado
- Descanso
- Gastronomía
- Naturaleza