Desde el gran bulevar, tu chófer te conducirá a la parte superior de una avenida y, tras cruzar la puerta de entrada, descubrirás multitud de palmeras, parterres de flores y una relajante fuente frente al palacio de las Mil y una noches. Evidentemente, en la entrada se encuentran los aparcacoches y los botones. Las puertas se abren para darte la bienvenida. El suave aroma a esencia de plumeria te acompañará mientras el personal de recepción te ofrece un zumo de dátil y una servilleta refrescante. Este edificio inaugurado en 2007, con siete plantas, está dedicado al lujo y posee un tamaño razonable, al contrario de lo que sucede con la mayoría de los hoteles de la zona. Decorada con altos jarrones negros y paneles de madera adornados con tallados moriscos, la larga recepción cuenta con varios espacios, separados por arcos de madera y cortinas de color kaki, para pasear o sentarse cómodamente. Las alfombras colocadas sobre los suelos de mármol claro, los majilis y la fuente que emite un suave ronroneo refuerzan el ambiente acogedor y relajante que se respira. Cabe destacar la belleza del mobiliario, procedente de diferentes países de Oriente Medio. La madera y los tonos cálidos combinan a la perfección en los diferentes espacios homogéneos del establecimiento. Desde la recepción, situada en la tercera planta, se puede disfrutar tomando una copa, un café o degustando un pastel de las magníficas vistas a la piscina, vigilada y delimitada por el lago artificial. Las palmeras bordean la gran piscina de formas geométricas. A ambos lados, se alinean bonitas tumbonas de madera, equipadas con gruesas colchonetas. En el spa, decorado en tonos crema, dorado y marrón oscuro, la distribución redonda y con curvas representa la forma del cuerpo humano. Este magnífico espacio es luminoso y amplio, aunque sin exageraciones. Situadas en dos niveles, hay cuatro salas (con baños) para las mujeres y dos para los hombres. Una de las salas, con una gran mesa de mármol caliente, permite practicar el ritual de exfoliación marroquí, con jabón negro. Incluso los diferentes estilos musicales se adaptan a la relajación y aparecen enumerados en un menú. Podrás disfrutar de la música gracias a los Ipods presentes. Los productos empleados para los tratamientos son de marca Decleor, Carita y Essences de Marrakech. No te puedes perder los masajes con piedras calientes y el tratamiento que combina técnicas procedentes de Japón, Tailandia, China, Bali y Oriente.