De forma alargada, el Carton House se divide en dos partes diferenciadas: por un lado, la antigua mansión de verano del Duque de Leinster, construida en 1739, y, por el otro, el edificio nuevo, construido en 2006, año en el que abrió sus puertas el hotel.
Con sus diferentes mostradores blancos y sus sillones amplios y cómodos, el moderno vestíbulo tiene una decoración sobria y elegante. En materia de decoración, no se ha descuidado ni un detalle: para aquel que sepa apreciar los detalles, en la parte nueva del complejo, se aprecian toques que recuerdan al edificio antiguo. Desde el magnífico edificio se puede apreciar la arboleda y el césped gracias a sus numerosos ventanales. El establecimiento dispone de más de 1000 acres, que incluyen dos de los campos de golf más frecuentados y un campo de fútbol donde, entre otros, ha ido a entrenar el Real Madrid.
El pasillo de la recepción principal lleva a las partes más antiguas. La belleza del lugar original se debe al arquitecto Richard Castles, que construyó Carton House para Robert Fitzgerald en 1739. En una de las paredes, podrás observar el árbol genealógico de la familia de Leinster. Más allá, encontrarás la magnífica sala de las campanas, con sus paredes pintadas de color madera, su chimenea y su multitud de campanas colgadas alrededor de todo el techo. Antaño, estas campanas servían para llamar a los diferentes mayordomos que se ocupaban de la casa. Un poco más allá encontrarás el salón Malahide, donde podrás descansar y tomar un té o un café. El marco es cómodo y espacioso, decorado con cuatro columnas que sostienen el techo y una gran chimenea. La joya del establecimiento viene ahora: la Gold Room. Como su propio nombre indica, toda la sala está decorada en tonos dorados y es el punto culminante del hotel y la parte central del edificio antiguo. Incluso el órgano en lo alto está decorado del mismo color. Los cuadros con marcos dorados ocupan el espacio de las paredes. El techo abovedado está adornado con relieves y guirnaldas de flores que caen del cielo. La moldura entre la pared y el techo está muy trabajada (y bien iluminada por debajo) y da un gran efecto decorativo. La magnífica chimenea de mármol también es digna de admiración. Hay unas amplias puertas que te permiten salir a tomar el aire, a disfrutar de la rosaleda y admirar la belleza del impecable césped que se extiende hasta donde alcanza la vista. Todo está abierto para los clientes, siempre y cuando no se haya organizado una boda o alguna convención.
En la prolongación del pasillo principal, en el otro extremo, se encuentra el spa, situado en dos niveles (acompañados por una música relajante). Dispone de siete salas de tratamientos y una adaptada para las parejas. En estas salas predominan los tonos marrón y crema. La sala de relajación dispone de amplios ventanales y está ocupada, principalmente, por tumbonas de madera y colchonetas de color crema. La piscina del complejo tiene 18 metros de largo. El tejado deja pasar mucha luz natural. El spa cuenta con una entrada independiente. En la planta baja, hay una primera sala de gimnasia dedicada a las pesas; en la primera planta, hay otra sala con nueve aparatos, todos ellos con televisión propia.
Los establos y las bonitas caballerizas se han renovado para que en la actualidad las utilicen los jugadores de golf (club de campo, boutique deportiva adaptada a los profesionales, aparcamiento de coches eléctricos, etc.) También cuentan con un amplio aparcamiento.