Gonzalo González Beneytez
Jefe de sección
Este hotel es ideal para las personas en viaje de negocios por su ubicación en el centro del barrio destinado a ello. Las infraestructuras son mayores que en muchos hoteles de la ciudad, sobre todo gracias a su piscina y a su magnífico gimnasio.
MALDRON CARDIFF LANE - © EASYVOYAGE
MALDRON CARDIFF LANE - © EASYVOYAGE
En el barrio de los negocios, cerca del O2 Arena (conciertos) y del famoso estadio de Croke Park. Si pasas por el túnel, tardarás unos 20 minutos en llegar al aeropuerto internacional de Dublín, ya que evitarás la ciudad y sus atascos; si no, cuenta 40 minutos.
Las habitaciones son modernas y están muy bien decoradas con mucho color. En total hay 304, de las cuales 90 fueron totalmente renovadas en agosto de 2009. Las habitaciones estándar rondan los 24 m² y algunas disponen de un saloncito sin que el precio varíe. Las habitaciones, alargadas, son sobrias y disponen de camas altas y cómodas, dos sillones de terciopelo rojo con cojines, varias lámparas, una televisión (de plasma en las habitaciones renovadas) con teclado, facilidades para hacer té y café, teléfono, plancha y tabla de planchar. Todo el mobiliario es de madera clara u oscura, y la cabecera de la cama no es una excepción. Los cuartos de baño están limpios y son muy agradables, están equipados con bañera, un espejo tríptico, tocador de granito negro, secador de pelo y productos de tocador Dove en distribuidor. Hay 34 habitaciones "Executive" que ofrecen un confort superior a las estándar por 30 euros más al día, y si bien la decoración es la misma, cuentan con un escritorio más grande, albornoces y zapatillas, una cama de 2mx2m, más armarios y otros servicios. El servicio de habitaciones funciona las 24 horas.
El Maldron Hotel Cardiff Lane, construido en 2006, presenta un aspecto totalmente nuevo. Aunque está muy cerca del Liffey, no tiene vistas al río. El hotel da a una callecita por un lado, y por el otro a grandes y modernos edificios de diseño en construcción o ya terminados (julio 2009). La amplia recepción de techos altos deja ver este carácter moderno del hotel, algo frío y dirigido a personas en viaje de negocios, aunque también con mucho confort gracias a los varios sofás que encontramos en la planta baja y en la primera planta a la que se llega por unas largas escaleras, ideal para tomar algo en estos grandes sofás de color oscuro. Al lado de la puerta giratoria del hotel se encuentra la terraza del bar con sus mesas de mimbre al aire libre colocadas en la acera para los fumadores. El gimnasio es impresionante: cuenta con más de 60 máquinas cada una de ellas con una televisión; hay muchas bicicletas estáticas, cintas de correr y pesas. En el spa, una vez pasada la entrada, encontramos las cuatro salas de tratamiento en forma de U alrededor de una gran piscina de 22 metros de largo. Lástima que el espacio no sea muy luminoso. Así mismo el hotel dispone de un centro de negocios.
El desayuno, continental e irlandés, se sirve de 7:00 a 10:00 h entre semana y hasta las 11:00 h el fin de semana en formato buffet con pastelitos, zumos en distribuidor, fruta y cereales. El espacio puede acoger a un total de 160-180 personas. El café se sirve en la mesa. Grandes ventanales en dos de los lados dejan entrar la luz. El interior es muy sobrio, decorado con madera y moqueta gris, y en un extremo encontramos una gran nevera con numerosas botellas de vino. El restaurante que abre por la noche propone platos ligeros de 17:30 a 19:30 h y luego la carta, un poco más elaborada. Para almorzar se puede ir al bar que propone cinco platos muy ligeros, a veces picantes, en un universo geométrico y moderno. Por el contrario, la selección de cervezas es mucho más amplia. Cuadros de madera y sofás decoran este lugar de dos niveles que por ahora está poco concurrido y que dispone de una gran televisión que emite deportes y noticias.
Se imparten cursos de deporte (de pago). El acceso a Internet wifi es gratuito en el hotel. Además, los clientes disponen de un 10 % de descuento en los tratamientos del spa.
masaje, salón de belleza, sauna, hammam, puesta en forma, EPA, baño turco, wellness
gimnasia, aerobic, fitness
Anonyme.
Hôtel sympas proche du centre ville avec piscine chauffée salle de sport et un spa restaurant avec plat traditionnel et déjeuner typique Irlande entre hôtel familial et haut standind cette hôtel pourrais à la plus des travelleur ou pour un petit week-end en amoureux
Piscine chauffé salle de sport un spa Restaurant avec des menu traditionnel et un petit déjeuner typique irlandais
Mal situé mais reste proche du centre ville
Al lado de O'Connell Street, el Days Inn Talbot es un complejo hotelero sin encanto, pero muy bien cuidado y funcional. Desde ahí es muy fácil llegar a los lugares míticos de la ciudad. Es un hotel ideal para disfrutar de una estancia sencilla.
En Ballsbridge, uno de los barrios residenciales más tranquilos de la capital, el Ariel House es una cómoda pensión, instalada en una bonita vivienda victoriana.
En esta bonita casa victoriana, los huéspedes disfrutan de un servicio personalizado. La verdad es que se sentirán como en casa. Este hotel acogedor se conoce gracias al boca a boca, que funciona a las mil maravillas.
El hotel Davenport, cercano al Trinity College y al parque de St. Stephen's Green y por lo tanto en el centro de la capital, se ubica en una antigua iglesia, construida en 1863. Su fachada es única. Los interiores renovados a finales de 2008 son impecables y cuidados. Una buena dirección que sabe mantener su sencillez.
El Ripley Court, detrás de la calle O'Connell Street, no llama la atención ni sus infraestructuras tampoco. Pero su ubicación es muy práctica si vas a ver un partido al "Croke Park" o a un concierto al 02 Arena. Además, sus habitaciones son funcionales, tienen un tamaño razonable y el hotel privilegia la seguridad.
El Trinity Capital, frente al Trinity College y por lo tanto en pleno centro de la capital, promete sorpresas. Olvida tus principios sobre la elegancia y el refinamiento, aquí se descubre una decoración exuberante, recargada, heteróclita e insólita. Un auténtico cúmulo de curiosidades en los espacios comunes, pero no en las habitaciones.
Esta gran estructura a orillas del río Liffey se ve de lejos. El Jurys Inn Custom House, más bien moderno, está cerca del centro de Dublín y tiene la ventaja de ser muy espacioso, cosa rara en la capital irlandesa, además de limpio y práctico. Sus habitaciones renovadas lo convierten en un apeadero agradable.
Entendemos fácilmente que el Merrion Hotel haya obtenido la distinción Leading hotel of the world. Ubicado en unas magníficas casas georgianas en perfecto estado, los huéspedes gozan de un marco lujoso, elegante y confortable en pleno centro de la capital. Incluye un spa con piscina y el único restaurante de toda Irlanda con 2 estrellas Michelin.
La verde campiña se extiende sobre muchos kilómetros. Carton House se encuentra ubicado entre dos magníficos campos de golf, muy frecuentados. Esta gran mansión palladiana, de estilo irlandés, combina a la perfección lo antiguo y lo moderno. El edificio original, antigua residencia de verano del Duque de Leinster, acoge en la actualidad 18 excelentes suites.
Entendemos fácilmente que el Merrion Hotel haya obtenido la distinción Leading hotel of the world. Ubicado en unas magníficas casas georgianas en perfecto estado, los huéspedes gozan de un marco lujoso, elegante y confortable en pleno centro de la capital. Incluye un spa con piscina y el único restaurante de toda Irlanda con 2 estrellas Michelin.
El hotel Four Seasons está en un barrio residencial al sur de Dublín y mantiene muy bien su reputación de grupo hotelero de lujo. Los alrededores del establecimiento no ofrecen ningún entretenimiento, pero el interior es todo lo contrario ya que tiene restaurante, tres bares, un spa y una piscina. A no ser que vaya a Dublín por negocios. Entonces le interesará saber que este hotel tiene seis salas de reuniones.
El Morrison es miembro de la cadena W3 by Hilton pero no se construyó en honor al famoso cantante de rock que lleva el mismo nombre. En cambio, el establecimiento sí que rinde homenaje a los artistas de origen irlandés. Después de 10 semanas de obras, el Morrison volvió a abrir sus puertas en febrero del 2013 y presenta un interior moderno. Una decoración que no se suele ver mucho en esta ciudad que suele elegir un estilo más clásico. Además de eso, el Morrison propone un restaurante delicioso y una galería de arte: un hotel perfecto en Dublín.
Un hotel de lujo contemporáneo, muy céntrico, de habitaciones funcionales con vistas a un coqueto jardín o al parque de Stephen's Green. Uno de sus restaurantes tiene una estrella Michelin.
Este "Small Luxury of the World" es un pequeño hotel repleto de encanto y muy bien ubicado en una zona bastante tranquila del centro de la ciudad. Sus habitaciones románticas y muy cómodas, el agradable trato, los deliciosos platos, su amable conserje y su distinguido bar de copas hacen de este hotel un establecimiento para compartir en pareja.
El Dylan es un hotel 5 estrellas pero no tiene nada que ver con el famoso cantante. No, solo se ha instalado en la calle que lleva el mismo nombre. El Dylan ha sido un hospital, un hotel, y ahora es el hotel Dylan, de 44 habitaciones. Desde 2007 acoge a sus clientes en un interior moderno bastante particular. Propone un bar, un restaurante y un salón, pero es una pena que no haya centro de bienestar.
El hotel Clarion abrió sus puertas en el 2001 y es un hotel moderno y agradable pero sin mucha personalidad. Será el hotel perfecto para los que busquen un verdadero centro de bienestar. Tiene salas de masaje, sauna, hammam y una inmensa y preciosa piscina. Y es difícil encontrar todo eso en la capital irlandesa. No es ni demasiado grande, ni demasiado pequeño y tiene una ubicación privilegiada ya que está en el centro de la ciudad, a orillas del río Liffey.