


Este hotel, situado al lado de la calle O'Connell Street, es funcional, limpio y nuevo. Las habitaciones, al igual que los diferentes espacios del hotel, son impecables.
- Norma internacional
Este hotel, situado al lado de la calle O'Connell Street, es funcional, limpio y nuevo. Las habitaciones, al igual que los diferentes espacios del hotel, son impecables.
Situado en la orilla norte de Dublín, cerca del museo de los escritores, de un restaurante de moda llamado "Chapter One", de la famosa galería de arte "Hugh Lane" y de O'Connell Street, los Campos Elíseos de la capital. El aeropuerto internacional de Dublín se encuentra a unos 8 km.
Las 126 habitaciones, impecables y agradables, no tienen buenas vistas. Entre ellas hay habitaciones con camas doble, gemelas o de 2mx2, dobles con cama individual y cuádruples. Ofrecen un espacio de privacidad muy homogéneo con cómodas camas, cabecera de cuero y madera, moqueta de rayas (roja, naranja, etc.), dos sillones de cuero marrón y armarios de madera oscura. Hay mucha luz artificial. Están equipadas con una televisión (9 canales) con una gran pantalla colgada en la pared, plancha pantalones, teléfono, facilidades para hacer té y café climatización individual, plancha y tabla de planchar. Los cuartos de baño embaldosados de color blanco y crema disponen de una gran bañera, un gran espejo, un secador de pelo y productos de tocador Dove en distribuidor.
El hotel, abierto en 2007, es un edificio de cinco plantas situado en la esquina de un cruce muy concurrido. La planta baja, alargada, es un espacio abierto en el que encontramos tres pequeñas barras amarillas, el restaurante y el bar de la estructura. La gran sala queda dividida en dos partes gracias al mobiliario constituido de cuadros de madera, sofás, mesas y sillas, y en ella la música siempre está presente. Dos de los lados están dotados de ventanales que dejan filtrar la luz natural, pero las vistas no tienen ningún interés. Este es el único espacio común de este hotel que solamente dispone de un ascensor.
El hotel solamente dispone de un restaurante y de un bar, ambos en la planta baja. El desayuno, continental o irlandés, se sirve de 7:00 a 10:00 h entre semana y de 8:00 a 11:00 h los fines de semana en formato buffet. Dispondrás de un microondas por si quieres calentar la comida. Los zumos de frutas, de dos tipos, se ofrecen en distribuidor. Podrás tomar un almuerzo rápido de 12:00 a 14:00 h. La cena ofrece un poco donde elegir y se sirve de 17:30 a 21:00 h. El bar, en el extremo de la planta baja, abre hasta las 23:00 h.
Hay ocho habitaciones adaptadas para las personas de movilidad reducida. El servicio de lavandería está disponible de lunes a sábado. El ordenador del hotel es de pago, pero el wifi es gratuito.
baño turco, EPA
Concernant la chambre, l'isolation est plutôt correct, on entend rien dans les autres chambres. La literie est de surcroît agréable. Concernant les pièces communes, le breakfast est agréable, il y'a du choix et c'est correct. Point négatif concernant le service, ce sont des jeunes en stage, ils se moquent réellement de nos demandes parfois. L'hôtel est au centre ... très bien vu la qualité/prix.
L'hôtel est très bien situé, dans un endroit plutôt calme de la ville. De plus, l'hôtel est très calme, vraiment cool pour une semaine de vacances.
J'en ai pas réellement vu. Tout était correct, même si tout n'était pas parfait.
Hotel confortable mais un peu cher. Reste abordable pour Dublin
proche du centre. petit dejeuner copieux
assez cher. il faisait froid dans les chambres
Hôtel proche du centre ville, il n'y a pas de " belle vue " mais l'hôtel est très calme
Proche du centre vile Proche d'un arrêt de bus pour l'aéroport
Pas de vue sur la ville Trafic en journée
Bien situado para visitar la ciudad y dormir plácidamente, el Best Western Academy Plaza es un valor seguro. Su estilo es decididamente moderno, con las facilidades que eso implica. Es una lástima que apenas entre luz natural, por lo que los espacios son amarillentos.
El Gresham presenta con orgullo su fachada clásica en la célebre O'Connell Street. En comparación, el resto del hotel es más bien decepcionante. Su gloria pasada ofrece ahora un carácter anticuado.
El hotel Saint George, antigua vivienda de la familia epónima, es una pensión correcta, sin más, con pequeñas habitaciones limpias y funcionales. Se integra en un bonito conjunto arquitectónico georgiano. Apreciamos las molduras del interior, los techos altos y las escaleras, características de este estilo. También cuenta con un restaurante mauricio.
El Castle, el hotel más antiguo de la capital, es mucho más espacioso de lo que parece desde el exterior. Tiene una arquitectura georgiana y algunos elementos del mismo estilo y se trata de un hotel sencillo y agradable.
En O'Connell Street, el Lynam podría ser un pequeño hotel con encanto. Sin embargo, descubres todo lo contrario en esta estructura mal mantenida y con un servicio deplorable. Su único punto a favor es su situación en los Campos Eliseos de Dublín.
Entre el famoso Half Penny Bridge y la mítica O'Connell Street, el Arlington O'Connell Bridge seduce gracias a su situación y a su popular espectáculo irlandés tradicional, que vienen a ver los turistas del mundo entero. ¡Eso es todo!
En la actualidad, al hotel favorito de Michael Collins le falta carácter. Limpio y funcional, este hotel sencillo recuerda a un laberinto con sus tres alas distintas.
La verde campiña se extiende sobre muchos kilómetros. Carton House se encuentra ubicado entre dos magníficos campos de golf, muy frecuentados. Esta gran mansión palladiana, de estilo irlandés, combina a la perfección lo antiguo y lo moderno. El edificio original, antigua residencia de verano del Duque de Leinster, acoge en la actualidad 18 excelentes suites.
La verde campiña se extiende sobre muchos kilómetros. Carton House se encuentra ubicado entre dos magníficos campos de golf, muy frecuentados. Esta gran mansión palladiana, de estilo irlandés, combina a la perfección lo antiguo y lo moderno. El edificio original, antigua residencia de verano del Duque de Leinster, acoge en la actualidad 18 excelentes suites.
Entendemos fácilmente que el Merrion Hotel haya obtenido la distinción Leading hotel of the world. Ubicado en unas magníficas casas georgianas en perfecto estado, los huéspedes gozan de un marco lujoso, elegante y confortable en pleno centro de la capital. Incluye un spa con piscina y el único restaurante de toda Irlanda con 2 estrellas Michelin.
El hotel Four Seasons está en un barrio residencial al sur de Dublín y mantiene muy bien su reputación de grupo hotelero de lujo. Los alrededores del establecimiento no ofrecen ningún entretenimiento, pero el interior es todo lo contrario ya que tiene restaurante, tres bares, un spa y una piscina. A no ser que vaya a Dublín por negocios. Entonces le interesará saber que este hotel tiene seis salas de reuniones.
El Morrison es miembro de la cadena W3 by Hilton pero no se construyó en honor al famoso cantante de rock que lleva el mismo nombre. En cambio, el establecimiento sí que rinde homenaje a los artistas de origen irlandés. Después de 10 semanas de obras, el Morrison volvió a abrir sus puertas en febrero del 2013 y presenta un interior moderno. Una decoración que no se suele ver mucho en esta ciudad que suele elegir un estilo más clásico. Además de eso, el Morrison propone un restaurante delicioso y una galería de arte: un hotel perfecto en Dublín.
Un hotel de lujo contemporáneo, muy céntrico, de habitaciones funcionales con vistas a un coqueto jardín o al parque de Stephen's Green. Uno de sus restaurantes tiene una estrella Michelin.
Este "Small Luxury of the World" es un pequeño hotel repleto de encanto y muy bien ubicado en una zona bastante tranquila del centro de la ciudad. Sus habitaciones románticas y muy cómodas, el agradable trato, los deliciosos platos, su amable conserje y su distinguido bar de copas hacen de este hotel un establecimiento para compartir en pareja.
El Dylan es un hotel 5 estrellas pero no tiene nada que ver con el famoso cantante. No, solo se ha instalado en la calle que lleva el mismo nombre. El Dylan ha sido un hospital, un hotel, y ahora es el hotel Dylan, de 44 habitaciones. Desde 2007 acoge a sus clientes en un interior moderno bastante particular. Propone un bar, un restaurante y un salón, pero es una pena que no haya centro de bienestar.
El hotel Clarion abrió sus puertas en el 2001 y es un hotel moderno y agradable pero sin mucha personalidad. Será el hotel perfecto para los que busquen un verdadero centro de bienestar. Tiene salas de masaje, sauna, hammam y una inmensa y preciosa piscina. Y es difícil encontrar todo eso en la capital irlandesa. No es ni demasiado grande, ni demasiado pequeño y tiene una ubicación privilegiada ya que está en el centro de la ciudad, a orillas del río Liffey.