


En la actualidad, al hotel favorito de Michael Collins le falta carácter. Limpio y funcional, este hotel sencillo recuerda a un laberinto con sus tres alas distintas.
- Bien situado
En la actualidad, al hotel favorito de Michael Collins le falta carácter. Limpio y funcional, este hotel sencillo recuerda a un laberinto con sus tres alas distintas.
Se encuentra frente al Castle, al lado del museo consagrado a James Joyce y no lejos de la Casa de los Escritores. La calle del Belvedere desemboca en la parte alta de O'Connell Street, los Campos Elíseos de Dublín. A pocos minutos a pie se encuentran el río de Dublín (el Liffey) y los barrios comerciales. El aeropuerto internacional de Dublín se encuentra a 12 km.
El hotel tiene un total de 92 habitaciones que se dividen en dobles, triples, familiares (una cama doble y dos gemelas) y cuádruples. Sólo hay doble acristalamiento en la planta baja. Las 38 habitaciones de la parte antigua del hotel han sido renovadas y les seguirán las de las partes Parnell y Rutland. Decoradas con colores diferentes, las habitaciones son sobrias. Están equipadas con mobiliario sencillo de madera clara, una TV con 9 canales (con pantalla de plasma en las habitaciones de la parte antigua), un armario (sin puerta), tetera y cafetera, caja de seguridad (electrónica en algunas habitaciones) y teléfono. Los cuartos de baño embaldosados tienen espacio para moverse sin problema. Todos tienen bañera. También hay dosificador Dove, espejo grande y secador de pelo.
Renovado en 2003, el Belvedere es la unión de tres casas georgianas y, al mismo tiempo, da a un patio residencial y a la intersección de dos calles. Por desgracia, la puerta de entrada del hotel no tiene tanta clase. Además, es el único edificio gris de la calle: ese color recubre desgraciadamente los ladrillos visibles en origen. Dos de las tres alas del hotel fueron construidas hace 7 y 10 años. Hay dos ascensores que dan servicio a las dos alas más importantes del hotel. Los detalles de estilo georgiano han desaparecido y, en cambio, se conserva una gran escalinata típica. Hay Wifi gratuito en los espacios comunes, aunque el ordenador del vestíbulo es de pago.
En el gran pub abierto al público, los huéspedes pueden almorzar (de 12:00 a 14:30 h) y cenar (de 17:30 a 21:30 h). La carta de la cena es un poco más elaborada. A los bocadillos, los platos ligeros, las pizzas (para comer allí o para llevar), el salmón, el pollo y la pasta, se suman los filetes, el pescado frito con patatas y una selección de brochetas y foccacia. También hay una pequeña carta de vinos. El espacio es aireado y abierto a la calle gracias a sus grandes ventanales. Se pueden servir desayunos bajo demanda antes del horario habitual (de 07:00 a 10:00 h ó de 07:30 a 11:00 h los fines de semana). En una gran sala abierta sólo en esos horarios se sirve un buffet abundante de croissants, beicon, huevos preparados de diferentes formas, yogures, zumos, etc. También hay café auténtico en las diversas máquinas presentes. ¡El desayuno cuesta 9,50 euros!
El establecimiento forma parte de la cadena Maldron. Hay cuatro habitaciones adaptadas para personas discapacitadas.
salón de belleza, baño turco
Bien situado para visitar la ciudad y dormir plácidamente, el Best Western Academy Plaza es un valor seguro. Su estilo es decididamente moderno, con las facilidades que eso implica. Es una lástima que apenas entre luz natural, por lo que los espacios son amarillentos.
El Gresham presenta con orgullo su fachada clásica en la célebre O'Connell Street. En comparación, el resto del hotel es más bien decepcionante. Su gloria pasada ofrece ahora un carácter anticuado.
Al lado de O'Connell Street, el Days Inn Talbot es un complejo hotelero sin encanto, pero muy bien cuidado y funcional. Desde ahí es muy fácil llegar a los lugares míticos de la ciudad. Es un hotel ideal para disfrutar de una estancia sencilla.
El hotel Saint George, antigua vivienda de la familia epónima, es una pensión correcta, sin más, con pequeñas habitaciones limpias y funcionales. Se integra en un bonito conjunto arquitectónico georgiano. Apreciamos las molduras del interior, los techos altos y las escaleras, características de este estilo. También cuenta con un restaurante mauricio.
El Castle, el hotel más antiguo de la capital, es mucho más espacioso de lo que parece desde el exterior. Tiene una arquitectura georgiana y algunos elementos del mismo estilo y se trata de un hotel sencillo y agradable.
En O'Connell Street, el Lynam podría ser un pequeño hotel con encanto. Sin embargo, descubres todo lo contrario en esta estructura mal mantenida y con un servicio deplorable. Su único punto a favor es su situación en los Campos Eliseos de Dublín.
Entre el famoso Half Penny Bridge y la mítica O'Connell Street, el Arlington O'Connell Bridge seduce gracias a su situación y a su popular espectáculo irlandés tradicional, que vienen a ver los turistas del mundo entero. ¡Eso es todo!
Este hotel, situado al lado de la calle O'Connell Street, es funcional, limpio y nuevo. Las habitaciones, al igual que los diferentes espacios del hotel, son impecables.
La verde campiña se extiende sobre muchos kilómetros. Carton House se encuentra ubicado entre dos magníficos campos de golf, muy frecuentados. Esta gran mansión palladiana, de estilo irlandés, combina a la perfección lo antiguo y lo moderno. El edificio original, antigua residencia de verano del Duque de Leinster, acoge en la actualidad 18 excelentes suites.
Entendemos fácilmente que el Merrion Hotel haya obtenido la distinción Leading hotel of the world. Ubicado en unas magníficas casas georgianas en perfecto estado, los huéspedes gozan de un marco lujoso, elegante y confortable en pleno centro de la capital. Incluye un spa con piscina y el único restaurante de toda Irlanda con 2 estrellas Michelin.
El hotel Four Seasons está en un barrio residencial al sur de Dublín y mantiene muy bien su reputación de grupo hotelero de lujo. Los alrededores del establecimiento no ofrecen ningún entretenimiento, pero el interior es todo lo contrario ya que tiene restaurante, tres bares, un spa y una piscina. A no ser que vaya a Dublín por negocios. Entonces le interesará saber que este hotel tiene seis salas de reuniones.
El Morrison es miembro de la cadena W3 by Hilton pero no se construyó en honor al famoso cantante de rock que lleva el mismo nombre. En cambio, el establecimiento sí que rinde homenaje a los artistas de origen irlandés. Después de 10 semanas de obras, el Morrison volvió a abrir sus puertas en febrero del 2013 y presenta un interior moderno. Una decoración que no se suele ver mucho en esta ciudad que suele elegir un estilo más clásico. Además de eso, el Morrison propone un restaurante delicioso y una galería de arte: un hotel perfecto en Dublín.
Un hotel de lujo contemporáneo, muy céntrico, de habitaciones funcionales con vistas a un coqueto jardín o al parque de Stephen's Green. Uno de sus restaurantes tiene una estrella Michelin.
Este "Small Luxury of the World" es un pequeño hotel repleto de encanto y muy bien ubicado en una zona bastante tranquila del centro de la ciudad. Sus habitaciones románticas y muy cómodas, el agradable trato, los deliciosos platos, su amable conserje y su distinguido bar de copas hacen de este hotel un establecimiento para compartir en pareja.
El Dylan es un hotel 5 estrellas pero no tiene nada que ver con el famoso cantante. No, solo se ha instalado en la calle que lleva el mismo nombre. El Dylan ha sido un hospital, un hotel, y ahora es el hotel Dylan, de 44 habitaciones. Desde 2007 acoge a sus clientes en un interior moderno bastante particular. Propone un bar, un restaurante y un salón, pero es una pena que no haya centro de bienestar.
El hotel Clarion abrió sus puertas en el 2001 y es un hotel moderno y agradable pero sin mucha personalidad. Será el hotel perfecto para los que busquen un verdadero centro de bienestar. Tiene salas de masaje, sauna, hammam y una inmensa y preciosa piscina. Y es difícil encontrar todo eso en la capital irlandesa. No es ni demasiado grande, ni demasiado pequeño y tiene una ubicación privilegiada ya que está en el centro de la ciudad, a orillas del río Liffey.