Con solo nueve habitaciones, el hotel suele estar completo. Así que te recomendamos que reserves con antelación. Las dos únicas categorías varían en función del tamaño, pero sobre todo de las vistas: las superiores tienen vistas a la calle, mientras que las deluxe dan al jardín. Nos ha encantado la combinación de lo antiguo (moqueta, mobiliario de madera) y lo moderno (almohadas escocesas, colchas). Además, los dos colores disponibles -rosa o verde manzana- añaden un toque contemporáneo y original. Nos han decepcionado un poco los cuartos de baño, que son más básicos. Algunos echarán de menos el minibar, pero al menos tiene todos los equipamientos clásicos (incluso más): botella de agua gratuita, altavoces Bose, caja fuerte, paraguas, kit de té y café, televisión pequeña de pantalla de plasma, conexión wifi gratuita, teléfono, etc.