


Esta antigua escuela se transformó en un hotel a finales de los años 90 y ahora es un bonito establecimiento. El Schoolhouse está situado en un barrio residencial bastante alejado del centro. Únicamente cuenta con 31 habitaciones y no tiene ningún equipamiento de ocio. Aquí se viene a dormir y a comer o tomar una copa en su bar-restaurante. En este último se organizan muchas cosas. En resumen, un establecimiento con encanto que recomendamos a todos los viajeros que busquen tranquilidad.
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