El sol ilumina a las fachadas de los hoteles de Dubrovnik al borde del mar, los de la antigua ciudad son una mezcla de arquitecturas tanto gotico como barocco. Llamada también la perla del adriático, la ciudad nos encanta con sus callejuelas llenas de iglesias y palacios y su litoral con playas hermosas. En aquel país que abrió sus puertas al turismo hace poco, las infraestructuras hosteleras se instalaron en antiguos inmuebles, así que la arquitectura es muy parecida a la antigua ciudad. Todavía sin club de vacaciones, los hoteles bordean la bahía de Lapad al norte del centro de la ciudad. Las pequeñas y grandes estructuras aprovechan de paisajes hermosos con sus playas de piedras y sus calas. Otros prefieren bordear el mar adriático pero son lejos de los centros de intereses. Al sur los hoteles de prestigios mezclan paisajes hermosos, servicio de calidad y piscinas para convencer a los turistas. Algunos gozan de una magnifica vista desde las terrazas y de los balcones. Solo se hace falta elegir entre las aguas transparentes del mar adriático y las murallas de la vieja ciudad de Dubrovnik.