


A dos pasos del mar, el Caesar es un hotel modesto y familiar que seducirá a aquéllos que tienen un presupuesto reducido, a pesar de que las infraestructuras están un poco viejas.
- Balneario
- Familia
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A dos pasos del mar, el Caesar es un hotel modesto y familiar que seducirá a aquéllos que tienen un presupuesto reducido, a pesar de que las infraestructuras están un poco viejas.
En la zona balnearia de Eilat, a lo largo del puerto deportivo, a 5 min a pie de la playa. Para el transporte desde el aeropuerto situado en el centro de la ciudad, se tardan 5 min. El hotel se encuentra cerca de los comercios, los bares, los restaurantes y de toda la animación nocturna de Eilat.
Simples pero cómodas, las habitaciones disponen de sistema de aire acondicionado central, teléfono, televisión y cuartos de baños pequeños, un poco antiguos pero con bañera y secador de pelo. Sin embargo, no tienen minibar. En la recepción, está disponible una caja fuerte. Con su espesa moqueta verde y su mobiliario en madera oscura, las habitaciones del Caesar no son especialmente atractivas. Sin embargo, las grandes cristaleras que dan a la piscina o al puerto deportivo, permiten disfrutar de cierta luminosidad. Se ofrece servicio de habitaciones hasta la medianoche.
Las 240 habitaciones del Caesar se reparten en un edificio de unas diez plantas, ampliado por una construcción con forma de L. Un gran vestíbulo, en el que no se ha prestado demasiada atención a la decoración, alberga algunas tiendas, salones y un escenario para los espectáculos que se ofrecen cada noche. Éste da directamente al exterior sobre una gran piscina lago, muy agradable y bien equipada. Los clientes tienen también a su disposición un gimnasio situado en el sótano, una sala de videojuegos para los adolescentes y un club de niños equipado con un interesante sistema de vídeo, que permite a los padres vigilar a sus hijos desde la habitación a través de la televisión.
Un gran salón restaurante bastante impersonal, situado en el edificio principal, ofrece bufés casher para el desayuno y la cena. Desde el restaurante, se disfruta de la vista del puerto deportivo. Se sirve una cocina clásica de especialidades israelíes e internacionales. Durante la comida, el restaurante barbacoa de la piscina, situado en una glorieta, es un sitio agradable para disfrutar de las parrilladas.
Hay que recorrer unos cuantos metros, bordeando lel puerto deportivo, para acceder a las playas públicas de Eilat. Están muy bien equipadas, aunque son ruidosas debido a los altavoces que emiten música continuamente. Tumbonas, sombrillas y deportes náuticos de todo tipo están disponibles, aunque no son gratuitos. El agua está especialmente limpia. Unas simples gafas te permitirán admirar el fondo del mar Rojo. Sin embargo, no siempre hay arena sino rocas y corales a lo largo de la orilla.
El Caesar es uno de los hoteles más antiguos de Eilat. Fue remodelado en 2005. Sin embargo, sigue siendo un sitio accesible en el que reina un ambiente familiar y relajado.
masaje, (de pago), salón de belleza, sauna, (de pago), stretching, puesta en forma, EPA, baño turco, wellness
tenis, esquí náutico, (de pago), gimnasia, aquagim, aerobic, chorro esquí, (de pago), Kayak, (de pago), patinete, (de pago), fitness, deportes
Este moderno hotel seducirá a las familias gracias a equipamientos sofisticados y a una situación muy agradable. Sin duda, su cercanía al aeropuerto sigue siendo su principal inconveniente.
El King Solomon, durante mucho tiempo fue el único palacio de Eilat, ha sabido conservar su prestigio gracias a constantes renovaciones y a su destacado club infantil. Sin embargo, no dispone de acceso directo al mar.
Gracias a su simpático ambiente y a su fórmula "todo incluido", el Lagoona seducirá a las familias y a los jóvenes que tengan un presupuesto reducido para las vacaciones.
El Magic Palace, pensado sobre todo para las familias, dispone de infraestructuras completas y bien estudiadas para los niños. Además, el sitio es agradable y cómodo.
Este conjunto residencial cuenta con apartamentos muy bien equipados, una piscina extraordinaria y un sinfín de servicios para disfrutar de las vacaciones con total independencia.
El Rimonim Eilat, un gigantesco complejo ubicado a pocos minutos del aeropuerto, ofrece unas completas prestaciones en un entorno recientemente renovado y modernizado. No obstante, y a pesar de querer darle un toque original, las habitaciones parecen bastante frías y el mobiliario un poco anticuado. Pese a todo, la mayoría dispone de balcones con vistas al mar. En el exterior, aunque la piscina sea grande, la zona reservada a las tumbonas es bastante pequeña. De todos modos, es preferible quedarse allí en lugar de ir a la playa, cuya zona reservada para el hotel es lamentable.
Aunque, para bien o para mal, esté situado frente al aeropuerto, el Astral Sea Side es el único hotel de 4* de Eilat que da a la playa. Renovado en 2008, su decoración se ha modernizado, aunque la falta de acabados y detalles le quita un poco el encanto. Las habitaciones son grandes, los servicios correctos y, en conjunto, el hotel ofrece una buena relación calidad-precio.
El Royal Tulipe está situado a 10 minutos de la playa y se dirige particularmente a las familias así como a los amantes de las diversiones. Las instalaciones son correctas, ni extravagancias ni demasiada buena presencia, y las habitaciones destacan por un logrado toque moderno. Un detalle magnífico para los padres es que hay un club infantil que se encarga de los niños hasta las 21:00 h.
El Royal Beach, que se alza frente al mar, es uno de los hoteles más bonitos de Eilat y uno de nuestros preferidos. Hará las delicias de los amantes del lujo y del arte moderno.
De los cuatro palacios de Eilat, el Herods es el más logrado de todos tanto en su diseño, como en su arquitectura y su decoración. Una lugar de prestigio que seducirá a los amantes del lujo y la desmesura.
Es una auténtica maravilla. Es el hotel con encanto de la ciudad. Al contrario que sus numerosos compañeros macizos, el hotel dispone de pequeñas infraestructuras armoniosas, situadas en la ladera de una colina en medio de una vegetación bien cuidada. Las prestaciones de las habitaciones son buenísimas, los servicios cuidados, el panorama desde la piscina es único... El único punto negativo es que hay que acostumbrarse a las idas y venidas constantes y ruidosas de los coches eléctricos que suben y bajan a los clientes de y a las habitaciones.
En el gigantesco complejo hotelero Herod's que reúne tres establecimientos de estilos muy definidos, el Vitali's es el más elegante y dedicado al bienestar. Poca capacidad de alojamiento, una atmósfera acogedora e íntima, buenas prestaciones. Además, está a pie de playa. Los clientes pueden disfrutar de las infraestructuras del Herold's Palace vecino.
El hotel Agamim es el lugar ideal para disfrutar de la tranquilidad y relajarse lejos del bullicio de la costa de Eilat y de los otros hoteles. El hotel Agamin seducirá sobre todo a las parejas. La zona de la piscina con hamacas y colchonetas permite un verdadero descanso.
Directamente en primera línea de playa, este palacio de estilo muy moderno, ofrece una comodidad incuestionable, equipamientos completos y actividades discretas. Un lugar privilegiado para los jóvenes y las familias.
Flechazo por este hotel con un lujo y un refinamiento discreto, situado en un entorno magnífico en la costa. Único inconveniente: la pista del aeropuerto situada en su prolongación.
El King Solomon, durante mucho tiempo fue el único palacio de Eilat, ha sabido conservar su prestigio gracias a constantes renovaciones y a su destacado club infantil. Sin embargo, no dispone de acceso directo al mar.