


El Crowne Plaza es un hotel de gama alta, muy animado y con infraestructuras completas. Sin embargo, le falta encanto y tiene un aire demasiado nostálgico.
- Balneario
- Familia
- Animación
- Norma internacional
- Bien situado
El Crowne Plaza es un hotel de gama alta, muy animado y con infraestructuras completas. Sin embargo, le falta encanto y tiene un aire demasiado nostálgico.
En el centro de la zona balnearia de Eilat, a lo largo del puerto deportivo. Para el transporte desde el aeropuerto situado en el centro de la ciudad, se tardan 5 min. El hotel se encuentra cerca de los comercios, los bares, los restaurantes y de toda la animación nocturna de Eilat.
Con su mobiliario en madera, en un sencillo mimbre y con tejidos florales, las habitaciones del Crown Plaza destacan más por su comodidad que por su decoración. Todas tienen aire acondicionado, televisión, teléfono, caja fuerte, minibar, máquina de té y café así como un pequeño balcón que permite disfrutar de la vista sobre las montañas o el puerto deportivo, dependiendo de la orientación. Decoradas con más detenimiento, las suites son especialmente grandes y cuentan con una habitación separada, cuarto de baño con jacuzzi y una bella terraza. Se ofrece servicio de habitaciones desde las 6:00 hasta la medianoche.
El Crowne Plaza está formado por un gran edificio de 9 plantas con 265 habitaciones. Un gran vestíbulo, decorado en un estilo africano, alberga una cafetería y varias tiendas. Éste da a la piscina exterior cuyo solario permite broncearse a la vez que se disfruta de una bella vista sobre el puerto deportivo. Cerca se encuentra un rocódromo y un spa cuya sala de fitness se limita, desgraciadamente, a tres aparatos de gimnasia instalados en un pasillo. Para los más activos, el hotel también dispone de campo de tenis, de fútbol y de baloncesto. Para las familias, un mini-club acoge a los niños durante el día.
En una amplia sala cuadrada, agradable y luminosa gracias a unas grandes cristaleras, se sirven los desayunos y las cenas en bufé casher. La comida es una mezcla entre la cocina local y la internacional. Para la comida, los clientes del hotel pueden elegir entre la cafetería climatizada del vestíbulo, que propone platos simples, y la de la piscina, que ofrece parrilladas.
Hay que recorrer unos 200 metros para acceder a las playas públicas de Eilat. Están muy bien equipadas, aunque son ruidosas debido a los altavoces que emiten música continuamente. Tumbonas, sombrillas, deportes náuticos, restaurantes y bares están a tu disposición, aunque no son gratuitos. El agua es muy clara, pero la arena y la orilla son rocosas: ¡Cuidado con los pies sensibles!
A pesar de su estilo un poco antiguado, el Crowne Plaza forma parte de los establecimientos de alta gama de Eilat. El ambiente está garantizado por las actividades, en inglés y en hebreo, alrededor de la piscina durante toda la jornada, y los espectáculos nocturnos propuestos diariamente. Los deportistas encontrarán un rocódromo así como campos de tenis, de fútbol y de baloncesto, algo raro en Eilat.
masaje, (de pago), salón de belleza, sauna, (de pago), hammam, (de pago), stretching, puesta en forma, EPA, wellness
tenis, esquí náutico, (de pago), gimnasia, aquagim, aerobic, golf, chorro esquí, (de pago), Kayak, (de pago), patinete, (de pago), squash, fitness, deportes
(de pago)
Retirado de Eilat, frente al mar, el Ambassador es un lugar privilegiado para los amantes del submarinismo con botella. Destacan su buen ambiente y unas infraestructuras de calidad.
A dos pasos del mar, el Caesar es un hotel modesto y familiar que seducirá a aquéllos que tienen un presupuesto reducido, a pesar de que las infraestructuras están un poco viejas.
Este moderno hotel seducirá a las familias gracias a equipamientos sofisticados y a una situación muy agradable. Sin duda, su cercanía al aeropuerto sigue siendo su principal inconveniente.
El Magic Palace, pensado sobre todo para las familias, dispone de infraestructuras completas y bien estudiadas para los niños. Además, el sitio es agradable y cómodo.
Flechazo por este hotel con un lujo y un refinamiento discreto, situado en un entorno magnífico en la costa. Único inconveniente: la pista del aeropuerto situada en su prolongación.
El Rimonim Eilat, un gigantesco complejo ubicado a pocos minutos del aeropuerto, ofrece unas completas prestaciones en un entorno recientemente renovado y modernizado. No obstante, y a pesar de querer darle un toque original, las habitaciones parecen bastante frías y el mobiliario un poco anticuado. Pese a todo, la mayoría dispone de balcones con vistas al mar. En el exterior, aunque la piscina sea grande, la zona reservada a las tumbonas es bastante pequeña. De todos modos, es preferible quedarse allí en lugar de ir a la playa, cuya zona reservada para el hotel es lamentable.
El Royal Tulipe está situado a 10 minutos de la playa y se dirige particularmente a las familias así como a los amantes de las diversiones. Las instalaciones son correctas, ni extravagancias ni demasiada buena presencia, y las habitaciones destacan por un logrado toque moderno. Un detalle magnífico para los padres es que hay un club infantil que se encarga de los niños hasta las 21:00 h.
¡Nueva York justo en el centro de Eilat! Desgraciadamente, de la idea al resultado final no basta la imaginación para compensar la falta de coherencia. La inmersión en la ciudad americana que propone el Central Park se encuentra principalmente en el sótano, donde hay una galería de tiendas que ofrecen varios servicios de tratamientos, de bares, de juegos... El mantenimiento, sin embargo, es mediocre. El alojamiento y las prestaciones no se salen de lo convencional y, por tanto, lejos de la locura de las grandezas o de la voluntad de servicio al país XXXL.
El Royal Beach, que se alza frente al mar, es uno de los hoteles más bonitos de Eilat y uno de nuestros preferidos. Hará las delicias de los amantes del lujo y del arte moderno.
De los cuatro palacios de Eilat, el Herods es el más logrado de todos tanto en su diseño, como en su arquitectura y su decoración. Una lugar de prestigio que seducirá a los amantes del lujo y la desmesura.
Es una auténtica maravilla. Es el hotel con encanto de la ciudad. Al contrario que sus numerosos compañeros macizos, el hotel dispone de pequeñas infraestructuras armoniosas, situadas en la ladera de una colina en medio de una vegetación bien cuidada. Las prestaciones de las habitaciones son buenísimas, los servicios cuidados, el panorama desde la piscina es único... El único punto negativo es que hay que acostumbrarse a las idas y venidas constantes y ruidosas de los coches eléctricos que suben y bajan a los clientes de y a las habitaciones.
En el gigantesco complejo hotelero Herod's que reúne tres establecimientos de estilos muy definidos, el Vitali's es el más elegante y dedicado al bienestar. Poca capacidad de alojamiento, una atmósfera acogedora e íntima, buenas prestaciones. Además, está a pie de playa. Los clientes pueden disfrutar de las infraestructuras del Herold's Palace vecino.
El hotel Agamim es el lugar ideal para disfrutar de la tranquilidad y relajarse lejos del bullicio de la costa de Eilat y de los otros hoteles. El hotel Agamin seducirá sobre todo a las parejas. La zona de la piscina con hamacas y colchonetas permite un verdadero descanso.
Flechazo por este hotel con un lujo y un refinamiento discreto, situado en un entorno magnífico en la costa. Único inconveniente: la pista del aeropuerto situada en su prolongación.
Directamente en primera línea de playa, este palacio de estilo muy moderno, ofrece una comodidad incuestionable, equipamientos completos y actividades discretas. Un lugar privilegiado para los jóvenes y las familias.
Lejos de la animación de Eilat, el Princess es un sitio especialmente tranquilo frente al Mar Rojo, que ofrece equipamientos muy completos para una clientela exigente.