


Flechazo por este hotel con un lujo y un refinamiento discreto, situado en un entorno magnífico en la costa. Único inconveniente: la pista del aeropuerto situada en su prolongación.
- Balneario
- Familia
- Norma internacional
- Descanso
Flechazo por este hotel con un lujo y un refinamiento discreto, situado en un entorno magnífico en la costa. Único inconveniente: la pista del aeropuerto situada en su prolongación.
En la salida de Eilat en dirección a la frontera egipcia, directamente a lo largo del Mar Rojo. Para el transporte desde el aeropuerto, situado en el centro urbano, se tardan 5 min. El hotel está cerca de comercios, bares, restaurantes y de toda la animación nocturna de Eilat.
Especialmente amplias, las habitaciones del Méridien son suites, compuestas por un salón y una o varias habitaciones, según la categoría. Decoradas con mucho gusto, en beiges y dorados, ofrecen un equipamiento completo que incluye aire acondicionado, minibar, caja fuerte, teléfonos y televisiones con consola Nintendo, películas "a la carta", conexión a Internet, televisión de pago, máquina de té y café... Los cuartos de baño, más grandes de lo normal en Eilat, disponen de bañera y secador de pelo. Todas las suites también tienen un balcón o una terraza, con un bello mobiliario de teca. Las Garden suites cuentan con jardín privado con jacuzzi. Se ofrece servicio de habitaciones las 24 horas. Todas las habitaciones están equipadas con pantalla de plasma.
Lo primero que llama la atención al llegar al Méridien Eilat, es la vista al Mar Rojo y a las montañas jordanas. Un paisaje que está casi siempre presente en este establecimiento de alta gama, muy luminoso, que acoge 246 habitaciones, dos vestíbulos, dos restaurantes, tiendas, salones, salas de recepción y un bello gimnasio. Sin embargo, desde el exterior, este edificio de 6 plantas no es muy atractivo. Pero una vez dentro, se descubre un lugar lleno de encanto y refinamiento, diseñado alrededor de una gran piscina central que acaba en el mar. Las familias pueden disfrutar de un club infantil muy bien equipado y los noctámbulos, de una discoteca.
El restaurante principal, situado debajo de la recepción en una zona muy luminosa gracias a una gran cristalera, propone desayunos y cenas en forma de bufé casher. Destaca la diversidad de propuestas, así como los sabores orientales e internacionales. El restaurante "Tricolor" ofrece un ambiente elegante y más íntimo. Se sirven especialidades de pescado y excelentes sushis "a la carta". Durante el día, podrás disfrutar platos simples en las diferentes cafeterías, instaladas cerca de la piscina y la playa.
Instalado en una costa rocosa en la que falta arena, el Méridien ha solucionado este problema construyendo una enorme plataforma de teca en la orilla del mar. El establecimiento puede, por tanto, alardear de que tiene la única playa totalmente privada de Eilat. Un pontón permite acceder directamente al agua, que es muy transparente. La playa del Méridien es también una de las más tranquilas del sitio. No muy lejos, se puede practicar un gran número de deportes náuticos.
Este bellisimo establecimiento, inaugurado hace dos años, presenta un inconveniente importante: situado en el eje de la pista del aeropuerto, sufre el ruido provocado por los aterrizajes y despegues de los aviones. Sin embargo, el Méridien sigue siendo uno de los mejores hoteles de Eilat, equipado con un sistema moderno de vídeo e informática que permite recibir Internet directamente en la habitación, así como ver, a través de la televisión, las imágenes del club infantil o de la discoteca.
Se han programado numerosos espectáculos así como animaciones interactivas.
masaje, salón de belleza, sauna, hammam, stretching, puesta en forma, EPA, baño turco, wellness
tenis, esquí náutico, (de pago), gimnasia, aquagim, aerobic, Voley playa, baloncesto, golf, chorro esquí, (de pago), Kayak, (de pago), patinete, (de pago), water-polo, fitness, deportes
Retirado de Eilat, frente al mar, el Ambassador es un lugar privilegiado para los amantes del submarinismo con botella. Destacan su buen ambiente y unas infraestructuras de calidad.
A dos pasos del mar, el Caesar es un hotel modesto y familiar que seducirá a aquéllos que tienen un presupuesto reducido, a pesar de que las infraestructuras están un poco viejas.
Este moderno hotel seducirá a las familias gracias a equipamientos sofisticados y a una situación muy agradable. Sin duda, su cercanía al aeropuerto sigue siendo su principal inconveniente.
El Crowne Plaza es un hotel de gama alta, muy animado y con infraestructuras completas. Sin embargo, le falta encanto y tiene un aire demasiado nostálgico.
El Magic Palace, pensado sobre todo para las familias, dispone de infraestructuras completas y bien estudiadas para los niños. Además, el sitio es agradable y cómodo.
El Rimonim Eilat, un gigantesco complejo ubicado a pocos minutos del aeropuerto, ofrece unas completas prestaciones en un entorno recientemente renovado y modernizado. No obstante, y a pesar de querer darle un toque original, las habitaciones parecen bastante frías y el mobiliario un poco anticuado. Pese a todo, la mayoría dispone de balcones con vistas al mar. En el exterior, aunque la piscina sea grande, la zona reservada a las tumbonas es bastante pequeña. De todos modos, es preferible quedarse allí en lugar de ir a la playa, cuya zona reservada para el hotel es lamentable.
El Royal Tulipe está situado a 10 minutos de la playa y se dirige particularmente a las familias así como a los amantes de las diversiones. Las instalaciones son correctas, ni extravagancias ni demasiada buena presencia, y las habitaciones destacan por un logrado toque moderno. Un detalle magnífico para los padres es que hay un club infantil que se encarga de los niños hasta las 21:00 h.
¡Nueva York justo en el centro de Eilat! Desgraciadamente, de la idea al resultado final no basta la imaginación para compensar la falta de coherencia. La inmersión en la ciudad americana que propone el Central Park se encuentra principalmente en el sótano, donde hay una galería de tiendas que ofrecen varios servicios de tratamientos, de bares, de juegos... El mantenimiento, sin embargo, es mediocre. El alojamiento y las prestaciones no se salen de lo convencional y, por tanto, lejos de la locura de las grandezas o de la voluntad de servicio al país XXXL.
El Royal Beach, que se alza frente al mar, es uno de los hoteles más bonitos de Eilat y uno de nuestros preferidos. Hará las delicias de los amantes del lujo y del arte moderno.
De los cuatro palacios de Eilat, el Herods es el más logrado de todos tanto en su diseño, como en su arquitectura y su decoración. Una lugar de prestigio que seducirá a los amantes del lujo y la desmesura.
Es una auténtica maravilla. Es el hotel con encanto de la ciudad. Al contrario que sus numerosos compañeros macizos, el hotel dispone de pequeñas infraestructuras armoniosas, situadas en la ladera de una colina en medio de una vegetación bien cuidada. Las prestaciones de las habitaciones son buenísimas, los servicios cuidados, el panorama desde la piscina es único... El único punto negativo es que hay que acostumbrarse a las idas y venidas constantes y ruidosas de los coches eléctricos que suben y bajan a los clientes de y a las habitaciones.
En el gigantesco complejo hotelero Herod's que reúne tres establecimientos de estilos muy definidos, el Vitali's es el más elegante y dedicado al bienestar. Poca capacidad de alojamiento, una atmósfera acogedora e íntima, buenas prestaciones. Además, está a pie de playa. Los clientes pueden disfrutar de las infraestructuras del Herold's Palace vecino.
El hotel Agamim es el lugar ideal para disfrutar de la tranquilidad y relajarse lejos del bullicio de la costa de Eilat y de los otros hoteles. El hotel Agamin seducirá sobre todo a las parejas. La zona de la piscina con hamacas y colchonetas permite un verdadero descanso.
Directamente en primera línea de playa, este palacio de estilo muy moderno, ofrece una comodidad incuestionable, equipamientos completos y actividades discretas. Un lugar privilegiado para los jóvenes y las familias.
Lejos de la animación de Eilat, el Princess es un sitio especialmente tranquilo frente al Mar Rojo, que ofrece equipamientos muy completos para una clientela exigente.
El King Solomon, durante mucho tiempo fue el único palacio de Eilat, ha sabido conservar su prestigio gracias a constantes renovaciones y a su destacado club infantil. Sin embargo, no dispone de acceso directo al mar.